El Diario Azul (Parte II)

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"Me Odio Por Eso"

20 de octubre, 2010

Tengo miedo de que se den cuenta que estoy botando la comida al water, pero literal ya no sé que hacer, siento que no puedo ni entrar a la cocina sin que alguien aparezca y mire lo que estoy comiendo o me juzgue, siento que tengo que escabullirme para ir, literal siempre que voy aparece alguien! Así me esté sirviendo agua! Odio que me digan "como te atracas" o "deberías bajarle a las harinas". ¡¡¡QUE CHUCHA LES IMPORTAAA!!! A veces lo dicen en broma, pero estoy harta de sus bromitas de mierda, sobre todo de mi papá y Luis Felipe. ¿Quieren que sea flaca? ahora se aguantan porque no voy a comer nada, y si como, lo vomito. Se viene la fiesta de Prom y necesito estar flaca.  

Los años pasaron, me gradué del colegio, fui a mi fiesta de Prom con un idiota que me gustaba en ese momento, entré a la universidad a estudiar Administración, empezaba una nueva etapa, ¿pero estaba feliz? Absolutamente NO. Estaba aterrada, no tenía idea que quería hacer con mi vida, entré a esa universidad al igual que mi hermano porque tenía una "beca" ya que mi mamá trabajaba ahí, solo había unas pocas carreras y ninguna me llamaba la atención, así que elegí las más general. Me sentía fuera de lugar, sentía que había cedido a lo que me dijeron que debía hacer, nunca luché, nunca protesté, porque siempre me dijeron que no había plata, que no se podía, y yo, para no ser una carga más, me convencí de que estaba bien. Nunca dije nada ni hice algo para cambiar la situación y cómo podría, si no sabía lo que quería. Sin saberlo ya había empezado a autodestruirme de a pocos. Los primeros meses fueron buenos, no voy a mentir, hice amigos, nos divertíamos, íbamos a fiestas, pero también empecé a tomar más, a comer más y a vomitar más, y sobretodo a retomar las mentiras que tanto me habían afectado antes, pero en mi cabeza lo tenía todo controlado.

Poco a poco las cosas se iban complicando en la universidad, empecé a jalar exámenes, a salirme de los cursos, a saltarme clases, a veces me quedaba leyendo en el patio otras veces me iba a un parque cerca y me quedaba horas vagando sola, sí estudiaba, sí me esforzaba, pero no tenía idea que quería hacer, solo sabía que no quería estar ahí. Mis amigos iban avanzando en la carrera y yo me iba quedando atrás, empezaba a sentir cada vez más presión, para mis papás todo iba bien, siempre tenía una excusa para todo, no quería decepcionarlos, así que mis mentiras iban creciendo y estaba a punto de perder lo que yo creía que era control.

5 de noviembre, 2011

Estoy harta de todo esto, mi cabeza es un gran signo de interrogación. ¿¡QUÉ MIERDA QUIERO HACER CON MI VIDA?! Toda la vida me repiten "Pero tienes que practicar, tienes que esforzarte, si no le pones ganas nunca te va a salir." y mierdas así. PUTA MADRE, como si no lo supiera, pero simplemente no puedo, no me nace, no tengo un motivo, algo por qué luchar, me siento atrapada y vacía. Me odio por eso. Me va mal en la universidad y mis papás no saben, ayer me llamaron para ir el lunes donde la directora de estudios  y me estoy cagando de miedo, que me boten y descubran mis mentiras, miedo de que piensen que me rendí, que me comparen con Luis Felipe, que sí le va a bien, tengo miedo de cometer un error y arrepentirme por el resto de mi vida, pero odio mi vida, odio mi universidad, odio mi carrera y no se que hacer. Me odio.

A partir de aquí, todo lo que escribía en mi diario terminaba con un "Me odio por eso". Tenía 18 años, no tenía ningún logro importante, mi autoestima estaba en el piso, me sentía sola en el mundo, sola de apartada, de extraña, como si no perteneciera ahí. Me hice un tatuaje en un impulso por sentir un poco de control en mi vida y le di un significado que en ese momento era como me sentía. Mis papás me dijeron de estúpida para abajo, a pesar de que mi hermano se había hecho uno unos años antes, pero ese "control" duró muy poco. De cierta forma me veía a mi misma como si estuviera en un hueco, atrapada sin poder salir, a veces venía gente me encontraba y me hacían compañía desde arriba, entonces veía la luz, sabía que no estaba sola, estaba feliz, como si me hubieran sacado de ahí, pero después me daba cuenta que realmente nunca salí, solo era temporal, seguía ahí metida, sola, a oscuras, que cada paso que yo creí haber dado fuera de ahí no era real, sino que al contrario, no había hecho más que hundirme un poco más. Nadie me preguntó si estaba bien o trató de sacarme porque nunca dije que necesitaba ayuda, no quería que sintieran lástima por mi, no quería ser una carga o un inconveniente para el resto, y no es que no haya tratado de salir por mi cuenta muchas veces, pero a esas alturas ya lo veía imposible y sentía que en cualquier momento, la gente iba a dejar de buscarme, que iban a seguir con sus vidas, se iban a olvidar de mi y me iba a quedar sola, atrapada y a oscuras.

Perdida En Mi SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora