Samuel...¿cómo olvidar al chico que te avergonzó frente a todo tu colegio alguna vez?
Ese alguna vez, cuando tenía apenas 14 años. Llevaba unos feos e incómodos brackets que eran la razón por la cual siempre me molestaban.
—Lindos dientes, fierritos— dolía
—Fierritos, ¿eso te arregla solo los dientes? Porque no te vendría mal toda la cara también— risas..., dolía mucho
¿Cómo olvidar al chico que dejaste que entrará en tu corazón solo para después arrancarlo y pisotearlo como si fuera basura?
Ese era Samuel de Luque, el chico que sin importar nada ni nadie, destrozó mi mundo en tan solo unas semanas.
Mi mundo de fantasía, colores rosa y mucha felicidad, y todo por unos malditos fierros.
Antes de la traición de Samuel, hubo un tiempo en que fue bueno conmigo, un tiempo en que me tomaba en sus brazos, me habla todo bajo, susurrándome palabras de consuelo.
Veía la vida en rosa, el tiempo en que me decía palabras dulces, a diario sin falta.
Y eso me hizo algo, entró en mi corazón,
fue parte de mi felicidad y conozco la causa, él es para mi y yo para él en la vida.Me lo dijo, lo juró, por la vida.
Pero toda promesa se rompe, y esta no sería la excepción.
Fue en un día muy bonito a decir verdad, la primavera ya se hacía sentir y ver.
Samuel me esperaba de brazos abiertos en la entrada del colegio. Emocionada corrí hacia él, envolviendo inmediatamente mis brazos al rededor de su cuello.
—¡Samu!—
—Hola, pequeña—
—¿Cómo estás?—
—Muy bien ahora por ver esa linda sonrisa que tienes— me sonrojé al instante por aquellas palabras
—Samu, pero que dices— dije tapándome la cara con mis manos
—La verdad, nada más que la verdad— me sonrió y bajé la mirada avergonzada
Entramos a nuestras clases después de acordar de que nos veríamos en el receso.
Ya en el receso, fui al lugar donde siempre nos encontrábamos, en un pequeño sauce cerca de el coliseo que había dentro del colegio.
Me senté esperando tranquilamente a que llegue Samuel, pero este estaba demorando mucho.
Cuando los fin llegó, este venía acompañado.
—Hey ____, ven acompáñame a otro lugar, no te preocupes de ellos— desconfiaba demasiado de ellos pero la sonrisa que llevaba Samu me hizo confiar en él
Nos acercábamos al patio central, miré extrañada a Samuel, él sabe que odio este lugar porque todos se burlan de mí.
—Atención chicos y chicas— todos se voltearon a ver a Samuel que estaba parado sobre una mesa
—Como sabrán estuve un par de semanas con esta rata de laboratorio— dijo señalándome ¿qué? ¿Rata de laboratorio?
—No saben el sufrimiento que he tenido por aguantar a esta estúpida niña todos sus llantos y reclamos— ¿Es esto un sueño o la única persona que me apoyaba me está traicionando?
—Pero ya no más, ¡Muchachos!— No entendía nada, todo era muy confuso para mí, el patio daba vueltas. Me invadieron las ganas de vomitar pero esa sensación de fue al sentir que me echaba algo...pintura roja.
Nunca me sentí tan humillada y traicionada, ¿acaso no podía confiar en nadie ahora?.
¿Acaso nadie tenía corazón? ¿O sí quiera sentimientos?
Como pude me levante y observe como Samuel se partía de risa junto con todo el colegio.
Salí corriendo y nunca más volví a esa escuela. Mi madre al verme así me cambio inmediatamente, no por el hecho de que estuve llorando y con el corazón roto, fue por el simple hecho de que mi ropa estaba totalmente embarrada en pintura.
Supongo que ese fue el rompimiento de la buena relación con mi madre.
Nunca volví a cruzarme con alguno de mi colegio, hasta hoy, que me encontré con el que menos quería en este mundo.
—¿¡CÓMO CREES QUE TE VOY A OLVIDAR LUEGO DE TODO LO QUE ME HICISTE!? ¿¡AH, PEDAZO DE IDIOTA!?— la tristeza se había ido, la ira ahora invadía cada rincón de mi ser
—Oye, cálmate— dijo al ver que obteníamos las miradas de algunas personas
—¡CALMARME MIS HUEVOS! ¡ERES UN HIJO DE LA GRAN PUTA SAMUEL DE LUQUE! ¡NO TE QUIERO VER MÁS EN MI VIDA!— agarré mi bolso y saque algo de dinero, le pagué al mesero que me atendió y salí corriendo como la última vez que estuve con él
Me detuve en un parque cerca de mi hogar, no podía más, las lágrimas nublaban mi vista.
Me senté en una de las bancas dando grandes bocanadas de aire ya que mi respiración era muy irregular. Luego de unos minutos logré calmarme pero la herida que había en mi corazón se había vuelto a abrir, y no tenía ni la menor idea de cómo cerrarla de nuevo.
¿Porque me tenía que pasar esto cuando no tengo a Andy para que me reconforte?
Busqué en mi bolso mi celular, marqué el número de mi amiga y las tres timbradas contestó.
•Dallas, más te vale que merezca la pena que me llames a las 2 de la mañana
•Me encontré a Samuel...
•¿¡Pero qué me estás contando!? ¿No estás de coña verdad?
•No...Andy no puedo
•Ay, linda, eres fuerte. Eres una de las chicas más valientes que he conocido en mi vida ¿sabes?
•No lo creo, soy una cobarde
•Claro que no, solo estás rota, lo superarás, lo sé
•¿Cuándo regresas? Te necesito Andy
•El sábado, trata de sobrevivir por mí, ¿sí?
•Esta bien, te quiero, gracias por estar siempre para mí
•No hay nada que agradecer, siempre para ti, recuérdalo
Colgué, guardé mi teléfono en mi bolso y me paré. Respiré muy hondamente y comencé a caminar en dirección a mi casa.
Ahora estoy a salvo entre las sábanas de mi cama, pensando en cómo hubiera sido mi vida si no hubieran pasado ciertas cosas.
Como el conocer a Samuel, si pudiera, borraría todo recuerdo que tengo de él.
Pero ahora no tengo tiempo para pensar cosas tontas como esas, mañana tengo un trabajo por realizar y no me gustaría para nada que el chico problemas me vea en este estado.

ESTÁS LEYENDO
Efímero |Rubén Doblas|
Fanfic____ Dallas conoce a un chico mientras tomaba su café Ella no sabía que ese chico sería su peor pesadilla No sabía que también sería su perdición Pero definitivamente sabía que ese chico sería su salvación ✨✨✨ ✍Novela escrita por mí y nadie más qu...