"Volver Atrás" { II Temporada}

QUINCE: Final Parte I

     hoy era la cita con la ginecóloga, había llegado unos diez minutos antes. En la sala de espera habían como cuatro futuras madres con vientres de distintos tamaños.

—América Collins —oigo mi nombre y me levanto para ingresar a la sala.

—Buenos días América —la matrona Astorga me recibe con una sonrisa, me indica que me siente.

—Buenos días —saludo.

—Bien, en el email que me enviaste me dijiste que estabas con muchos malestares y además tu período no había bajado —asiento. —¿Te has prácticado algún test? —yo niego con la cabeza.

—Lo primero es lo primero —de su escritorio saca una caja —Ahí esta el baño, ve y te lo prácticas. —asiento y me dirigo al baño.

Leo las instrucciones, el test decía si estaba embarazada  y cuantas eran las semanas.

   Espere los cinco minutos y volteo a verlo.

Positivo + 8 semanas

Mis ojos se abren de espanto, ¿en verdad estaba embarazada? No podía creerlo, no podía ser Renato, sólo ayer había tenido sexo con el, y las 8 semanas acertaban justo cuando Cameron llegó a España en el tiempo de la nueva editorial.

   Salí para encontrarme con la ginecóloga.

—Felicidades —me abraza —¿Estás bien? —pregunta. Mi cara no demostraba emoción.

—Si, sólo que aún es una sorpresa —murmuro.

—Bien, ¿Quieres realizarte la ecografía? —propone y yo asiento

  Ahí estaba, era sólo un poroto, algo pequeño, oí sus latidos en el ultrasonido y mi corazón se estremeció. Me agendo una cita para el mes siguiente y algo de vitaminas y ácido folico

No sabía que hacer, iba con mi coche a ningún rumbo. Paré en seco al ver a Cameron con Melanie. Ya estaba sentada en una banca del parque y ellos estaban demasiado cerca. No se habían percatado de mi presencia porque estaba de espaldas.

—Ya va un mes, te doy el dinero que quieras, pero dejadme en paz —era la voz de Cameron, sonaba dolido.

—No me interesa el dinero, yo te amo a ti, y si te acercas a ella, la mato —mi corazón se oprimió, y inconsciente puse mi mano en mi vientre que no tenía mucho bulto

—Por favor —suplica el.

—Mejor vamonos —dice en tono de orden. Espere que se alejaran y me subí a mi auto.

Decidí ir donde Nina, debía explicarle todo.

—Mi niña —me saluda con un abrazo.

—Nina —beso su mejilla. —Debo hablar con usted —hago una mueca y ella asiente.

Le conté lo que había oído en el parque, ella estaba realmente furiosa.

—Es una maldita perra —dice levantándose y tomando un vaso con agua.

—Lo sé —suspiro —¿Nina? —llamo su atención y ella voltea.

—Estoy embarazada — digo a lo que ella se sienta al frente de mi.

—Felicidades —toma mis manos.

—Gracias, es de su hijo —digo a lo que el brillo de sus ojos aparece.

—¿Seré abuela? —yo asiento.

—Pero.. Si me acerco a su hijo ella me matara —murmuro y ella se levanta.

—Hay que hacer algo —toma aire.

—Ya veremos que hacer —le doy  un  abrazo.

  

    Le mostré la ecografía y el me pidió que le diera una de las copias.

      Dos meses después.

—Ya no me queda este jeans —digo con frustración.

—Debes comprar esos de maternidad —rie a mis espaldas mi mamá.

—Eso será —bufeo y ella voltea a verme.

—¿Por que no le dices a Cameron? —Mi mamá no sabía de que si me acercaba a el, Melanie me mataría.

—No mamá —digo y ella asiente.

   Ya tengo cuatro meses, y se me nota bastante el embarazo, he tenido todo tipo de antojo y eso me da puntos menos. Renato sabe que estoy embarazada. Sabe que es de Cameron, a pesar de ello siempre anda pendiente de mi.

—¿Quieres chocolates? —pregunta.

—Renato, estaré más gorda —bufeo y el ríe, estábamos en el mall.

—Estas perfecta —me sonrie y yo rodo los ojos.

—Oh no —dice en un susurro. Ahí venía, Cameron con Melanie. El se le veía agotado, apagado.

—Hola América —saluda con falsedad Melanie.

—Hola —digo forzando una sonrisa.

—¿Estás embarazada? —pregunta con asombro al ver mi pequeño bulto en el vientre.

—Sí —doy un paso atrás.

—¿Cuantos meses tienes? —sonrie.

—Cuatro —volteo a ver a Cameron quién sus ojos le brillaban.

—Felicidades,  con Cameron planeamos un bebé —lo abraza y el mira sin ninguna expresión.

—Me alegro por ustedes —Dice Renato —¿Vamos? —yo asiento y comenzamos a caminar. —Creo que se dio cuenta —murmura cerca de mi oído.