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"Otras cosas que también manchan son las muertes"

El mundo del fútbol, especialmente en Sudamérica, está de luto tras conocerse este lunes la dramática muerte del delantero ecuatoriano Christian Benítez en Qatar, uno de los jugadores más reconocidos y queridos del fútbol de ese país.

Las circunstancias en las que se dio este fallecimiento, nos hace recordar a otros jugadores que, en distintas circunstancias, han perdido su vida, ya sea por decisión personal, asesinados, o dentro de una cancha.

En Ferplei queremos recordar la historia de cinco futbolistas que de forma trágica nos dejaron y cuyo legado deportivo sigue vivo en la memoria de los hinchas.

ANDRÉS ESCOBAR

Defendió a un sólo club en su vida, el Atlético Nacional de Medellín, donde ganó la Copa Libertadores en 1989, y sus mayores alegrías las tuvo defendiendo a su país, jugando los mundiales de Italia 1990 y Estados Unidos 1994, formando parte de una generación dorada del fútbol colombiano.

Tras marcar un autogol en la derrota ante Estados Unidos, durante la Copa del Mundo en ese país, a su regreso parecía estar escrita su sentencia.

El 2 de julio de 1994,  mientras se encontraba en el estacionamiento de una discoteca en las afueras de Medellín, fue increpado por un particular por el autogol, y pese a que opuso resistencia, recibió seis tiros en su cuerpo, falleciendo mientras era trasladado al hospital.

RAMIRO "CHOCOLATÍN" CASTILLO

Jugador histórico de la selección de Bolivia, realizó gran parte de su carrera en Argentina, donde defendió los colores de Instituto, Argentinos Juniors, River Plate, Rosario Central y Platense; además de jugar una temporada en Everton de Viña del Mar, vistió las camisetas en su país de The Strongest y Bolívar.

El mundialista altiplánico en 1994, sufría de depresión provocada por la muerte de su hijo, lo que terminó por aislarlo del mundo exterior y de quienes fueran sus compañeros.

Una semana después de jugar por su selección ante Ecuador, por las Clasificatorias al Mundial Francia 1998, el 18 de octubre de 1997, decidió quitarse la vida, siendo hallado su cuerpo ahorcado con una corbata, en su casa de Achumani, al sur de La Paz.

MARC VIVIEN FOE

El jugador camerunés, que jugase en Racing Lens, Olympique Lyon, West Ham United y Manchester City se transformó en uno de los primeros casos reconocidos de muertes dentro de una cancha de fútbol.

Fue el 26 de junio de 2003, mientras defendía a su selección en la Copa Confederaciones Francia 2003, frente a su par de Colombia, en el minuto 72 se desplomó si razón aparente.

Después de los intentos de los paramédicos por reanimarlo en la cancha, fue sacado en camilla, donde recibió reanimación boca a boca y oxígeno, y si bien los médicos intentaron reanimar su corazón durante 45 minutos, aunque él todavía estaba vivo a su llegada al centro médico del estadio, murió poco después a pesar de los esfuerzos por salvar su vida.

MIKLOS FEHÉR

Seleccionado de su país, el delantero húngaro realizó gran parte de su carrera en Portugal, donde militó en FC Porto, Salgueiros, Sporting Braga y Benfica, corrió una suerte similar a la de Foe.

El 25 de enero de 2004, mientras jugaba un encuentro de la liga lusitana ante Vitória Guimaraes, reclamó por una tarjeta amarilla al juez del partido, tras reirse de la determinación, se desplomó aparatosamente, y su cabeza impactó fuertemente el césped.

Tras casi una hora de intentar reanimarlo, tanto dentro como fuera de la cancha, finalmente perdió la vida producto de una tromboembolia pulmonar, causada por una obstrucción total o parcial de la arteria pulmonar.

ROBERT ENKE

Calificado como uno de los mejores porteros que tuvo en los últimos años el fútbol alemán, jugó en equipos como el Borussia Mönchengladbach, Club Deportivo Tenerife, F.C. Barcelona, SL Benfica y el Hannover 96, además de vestir la camiseta de la selección germana, tras el retiro de Oliver Kahn.

En su vida privada, sufría depresiones desde su paso por Barcelona y el Fenerbahçe, ya que tras su fracaso en ambos clubes le entró pánico, lo que sumado a la muerte de su hija de 2 años en el 2006, víctima de un paro cardíaco producido por una enfermedad que sufría desde su nacimiento, terminaría por explotar un tiempo después.

El 10 de noviembre de 2009, se suicidó tras arrojarse a las vías de un tren en movimiento en un paso a nivel en la localidad de Neustadt am Rübenberge, en las cercanías de la ciudad de Hannover.

Su muerte se recuerda en nuestro país, porque provocó la suspensión del encuentro amistoso que iban a sostener en la ciudad de Colonia los alemanes con la escuadra dirigida entonces por Marcelo Bielsa.

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