El tiempo añadido no es más que el complemento del tiempo de descuento.
Es pasar a limpio los minutos empleados en patear y correr, en desmarcarnos para marcar, en pedirla y regatear aun sabiendo que así hacemos más largo e infinitamente más atractivo, el camino trazado entre nosotros y nuestro destino.El cartel luminoso es nuestra sentencia de vida. El instante numérico que resta para mantener el resultado, remontar el partido o lucirnos perdiendo el tiempo que cansado, corre a nuestro favor. Y de pronto, duele. Caemos al suelo victoriosos, completamente derrotados. Pidiendo a gritos agua milagrosa recién salida del vaticano, o un exorcismo al uso, a pie de campo.
El míster se tapa la boca para hablar, como quien cierra los ojos para interiorizar.
Fugitivo del área técnica trazada en el suelo. El cuarto árbitro zumba en su oído. El público corea, del norte. Los de la grada sur son el enemigo.
Batallas de bufandas en pleno verano. El fútbol regatea toda lógica con un estilo insultante.El córner de pensar, si la pongo al primer palo o la dejo en corto. El remate en escorzo que da en el palo y besa la línea a rebasar, como quien comienza con los preliminares sin querer profundizar.
Uno se tira, otro muere, los del otro bando le incriminan susurrándole versos en la cara. Qué precioso es todo cuando se nos va de las manos. El orden establecido del caos en el área chica es una obra de arte sincronizada.El señor de negro que viste de amarillo traza una línea en el césped, cual Banksy del balompié, acompañado por los jueces de la delgada línea. Y pita. Repartiendo tarjetas sin dirección en el dorso, directas al dorsal.
La red se besa con el esférico, cualquier otro gesto de amor será incomprendido.
El sonido de la madera es metálico, pero nos hacemos los locos, por aquello del romanticismo.
Eurocopa, copa América, partido de solteros contra sentenciados, el encuentro improvisado en el salón con el pequeño y esa pelota de peluche que golpea en el marco de la puerta y uuuuuuuuy, sale despejada.
El fútbol está en todas partes, incluso cuando no está.El tiempo añadido no es más que el complemento del tiempo de descuento.
Lo que resta, son tan sólo momentos. Inolvidables, injustos, épicos, emotivos...
Así en el fútbol como en la vida, aun siendo ambas lo mismo.
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Fútbol
Random"Es una una pasión o un sueño?. Si!! ,Para los que sienten y luchando" El que se motiva llega , el que dedica y persevera logra , el que cae se levanta..... No es importante ser el mejor sin una diversión (es como si viéramos a un niño o recordar cu...