Estábamos comiendo y Dylan no dejaba de mirarme, no sabía que le pasaba así que le pregunté.
-Dylan, ¿pasa algo?
-No, tranquilo, esque todavía no me creo que sigamos juntos y no me gustaría perderte...
-En serio, ¿que pasa?
-Nada.
-Esque no me sueles decir esas cosas.
-Tranquilo, todo está bien.
-Vale.-le dí un beso, me había preocupado bastante, sabía que le pasaba algo y no me lo quería contar... Tampoco le voy a insistir, pero me ha preocupado mucho.
Me fuí a trabajar, ahora trabajaba en una cafetería que estaba cerca de nuestro hotel, queríamos coger un piso en algúna zona que no fuera muy cara. Pero... Cuando volví a casa encontré a Dylan llorando. Me partió el corazón, no sabía que hacer, si preguntarle que había pasado o darle un abrazo. Pero en cuanto me vió entrando en casa se secó las lágrimas corriendo y me sonrió... Ya no era la misma sonrisa de siempre, tenía mucha tristeza y no sabía que hacer.
-Ahora en serio, ¿que pasa?-le dije.
-Que tengo que irme de Paris...
-¿Como irte?¿A dónde?-le dije asustado.
-Me han llamado para un trabajo, me pagan muy bien, pero no se que hacer...
-Pero eso es genial cari, ¿cuál es el problema?
-Que el contrato es de cinco años...
No sabía que hacer, pensaba que lo iba a perder, Dios, no puede irse ahora...
-No pasa nada, yo te esperaré aqui.
-Pero yo quiero quedarme contigo...
-Y yo, pero necesitamos el dinero, mi sueldo no llega para nada.
-Ya... Pero si me voy prometeme una cosa.
-Dime.
