Las horas pasaron lentamente, necesitaba volver a verlo... Por fín salí del trabajo, fuí corriendo hasta la torre, ahí podré ver por ultima vez al amor de mi vida. No lo encontraba y me asusté, empecé a llorar, no podía evitarlo, de repente me dió un abrazo por detrás. Eran las doce de la noche y no estaba cansado, creo que verle me dió las fuerzas que necesitaba. Subimos a lo alto de la torre, era todo precioso, todo eran luces, me abrazó por detrás y me agarraba la cintura, me besó y por un momento no se oía nada, empezó a llover, nos daba igual, estábamos calados y seguíamos besándonos, ninguno de los dos quería que se acabase ese momento, ojalá no se fuera, de repente me acordé de que se iba y nos dejamos de besar porque me puse a llorar.
-¿Por qué lloras?
-Porque no quiero que te vayas...
-Tengo que hacerlo, los dos lo sabemos.
-Lo sé, pero te hecharé de menos.
-Y yo.
-No te acompañaré al aeropuerto...
-Lo entiendo. Pero acuérdate de mi como yo lo haré de ti.
-Lo haré.-le dije apoyando la cabeza en su hombro.
Fuímos a casa y nos quedamos dormidos en el sofá los dos juntos. Me dormí llorando, cuando se fué al aeropuerto me fijé en que se fué dandome un beso y llendose llorando... Desde ese momento me dí cuenta de que mi vida ya no sería la misma.
