Querida Lya:
Mami me ha comentado que hace unos días te ha llevado al teatro y has visto a las ballerinas ser iluminadas por las luces doradas.
¡Quiero ser Ballerina! — eso es lo que tu mami me ha dicho que has gritado.
Ser bailarina de ballet es algo bonito, tía Lu estuvo algún tiempo en un grupo de bailarinas de ballet y estoy seguro de que a tu tía no le importará contarte un montón de anécdotas que le ocurrieron. De seguro te animará a seguir tus sueños sin importar lo que pase.
Sin embargo, para ser bailarina necesitarás una palabra mágica. Te prometo que la amarás, te hará crecer y algunos días la odiarás con todo tu ser. Esa palabra es Perseverancia.
A lo largo de los años, cuando la guerra se extiende, a los soldados se les abandona en medio de la nada, con nada para comer. La desesperanza puede llegar a ser mucha y los deseos de rendirnos se convierten en el elixir de la agonía.
Pero, muchos de ellos sobreviven, aferrados a la perseverancia, a la esperanza y al amor. Muchos de nosotros hemos encontrado la salvación en medio de este lugar devastado, que no nos ofrece nada, pero que nos lo quita todo.
Esas tres palabras, Lya, deben acompañarte en tu camino de vida. Debes aferrarte a ellas cada vez que quieras algo. No puedes llegar a la meta sin recorrer un largo camino. Quizá, el camino sea espinoso, quizá sangres mientras andes por él, muchas veces desearás rendirte y tirar la toalla.
Pero, no importa. Caer es de humanos, quedarse en el suelo lamentándose es de débiles, pero en algún momento, sabes que deberás levantarte. Levantarse nos lleva un poco, pero te dirá que tan fuerte eres. Para vivir se requiere amor, esperanza, fé y perseverancia.
Espero, que en el camino al arte, te aferres a las últimas líneas que te he dedicado.
Con amor, papá.
PDT: Papi te ama
PDT2: The Crackernuts, un día serás tan bella como ella.
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Posdata: Papi Te Ama
Random-¿Nunca ves a tu papá? -Casi no. -¿Por qué? -Porque la marina se lo llevó a la guerra. Pero, tu siempre tendrás mi corazón, pequeña - la voz de papá me susurra al oído. -Pero, yo siempre tendré su corazón - le respondo a la señora frente a mí.
