Querida Hija

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Te escribo estás líneas, las cuales espero sean las últimas, porque quiero que tus cajitas forradas en papel morado estén llenas de dulzura y esperanza, de cariño y de ternura, y de todo el amor que guardo en mi corazón.

Quizá esta sea la carta más emocional que te escriba, y estoy seguro de que es así porque me encuentro pensando en todos los soldados que mueren en la guerra, en todos los que salen heridos... En todas sus heridas emocionales. Y en todo el dolor que deben sentir sus familiares.

Pienso en el dolor de los hijos varones, en las lágrimas de las hijas mujeres, que son la flor más delicada y la preciada, en la angustia de las esposas y en el corazón heridos de sus seres cercanos.

Por esa razón, quiero que después de éstas líneas cierres tus hermosos ojos e imagines que mis brazos te envuelven, que mi corazón te canta en eterno silencio y que mis labios besan tu frente una vez más.

Quiero que sepas que no importa si un día mi cuerpo físico perece, porque mi corazón jamás dejará de amarte, mis labios jamás dejarán de besarte, mis brazos jamás dejarán de arrullarte y mi alma jamás dejará de sentirse orgullosa de tener una hija tan hermosa y valiente como tú.

Espero que recuerdes siempre que un padre jamás deja de amar a sus hijos, que nunca dejamos de sentirnos orgullosos de ustedes, y que nuestro orgullo más grande son nuestros hijos. Esos pequeños ángeles que sostenemos en nuestros brazos el primer día de su vida... esos que murmuran sus primeras palabras de forma incoherente, cuyas manitos parecen tan débiles, pero cuyas almas son tan poderosas, como un rayo de luz en medio de la oscuridad.

Son ustedes, nuestros preciados hijos quienes nos hacen ser mejores. No existe alegría más grande que decir que ustedes han alcanzado un sueño o cumplido una meta. Y ni si quiera el resplandor de las estrellas, se  compara al brillo de amor y orgullo que ilumina los ojos de un padre cuando sus hijos se vuelven grandes, cuando sus almas se vuelven más fuentes y cuando sus sonrisas se hacen más grandes.

Quiero que muy dentro de tu corazón, escribas sobre acero, con el calor ferviente que mana de mi corazón: "Papá me ama y siempre me amará." No importa que nos separen kilómetros de distancia, el cielo celeste que brilla sobre tu cabecita, o la cantidad de años. Siempre serás mi niña pequeña, la luz de mis días y la razón de mis sonrisas.

Y aún si muero un día, búscame en tus recuerdos. Pues, espero ser algún día el rostro que alivie tus penas, las palabras que te sostengan en medio de la soledad y la tristeza... espero seguir siendo tu papá. 

Pues a pesar del tiempo y la distancia, yo jamás dejaré de amarte y tu jamás dejarás de ser mi pequeña princesa.

PDT.: Papi te ama, con todo el corazón.

PDT2: Yo siempre estaré cuidando de ti.

Posdata: Papi Te AmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora