El silencio reinaba en el pequeño departamento.
Pequeñas lágrimas caían de las orbes verdes de Michael, se encontraba en un rincón de su habitación abrazando sus piernas.
Las palabras de Luke aun resonaban en toda la casa. El no soportaba estar sin Luke.
"Te amo, pero tenemos que decir adiós"
Negó con la cabeza repetidas veces al recordar esas palabras.
- No- susurro-. No te has ido, aun sigues aquí.
Te amo demasiado, pero esto ya no es bueno para ninguno de los dos.
-Te amo, no tenias que irte-. se levantó del piso y camino a la sala. pego un brinco al escuchar unos golpes en la puerta.
Sonrió creyendo que era el.
Sonrió pensando en que todo volvería a la normalidad.
Sonrió recordando sus ojos azules y en que jamas se volvería a ir, no quería recordar como sus ojos demostraban tristeza e ira hacia el.
Tomo el pomo de la puerta con una gigantesca sonrisa en su rostro.
La cual desapareció al no ver al rubio detrás de la puerta si no a Liz Hemmings con lágrimas corriendo por sus mejillas.
Ella trago en seco preparándose para decir las siguientes palabras.
Y Michael sintió como su mundo se vino abajo al escuchar esas palabras.
-Luke fue atropellado, murió al instante.
