Aún extraño a ese bello chico algo improsulto, con sus pantalones rojos y esa linda imagen que provoca eximir cualquier falta de su parte. Y aunque parecía algo inocuo no era tanto así, si no que le gustaba gritar y cantar a la noche.
El siempre era muy indeciso; le gustaba caminar por la noche y sentir el césped mojado en sus pies.
Le gustaba mucho la música country, porque decía que era tan placentero como tomar un refresco en verano, o chatear con tu amor. Le gustaba mantener bello e impecable su lindo cabello, siempre oloroso a un perfume exquisito que te envuelve y enamora.
Aún lloro por las noches al recordar lo que esa corriente le ocasionó; algo muy trágico y doloroso para mi.
Pero yo se que aunque ya no se encuentre aquí, en donde sea que este el sigue cuidando su pelo y gritándole a la noche.