Nos hospedamos en el Renaissance Seattle Hotel en el centro de la ciudad, un exclusivo y notoriamente costoso hotel en el centro de la ciudad. Luego de una discusión, obviamente de mi parte, por una fiesta a la que fueron invitados y a la que tendré que ir esta noche, nos vamos a nuestra habitación. Sophie, Will, Elias y yo, estamos en una suite, mientras que Arthur y Lauren están en otra suite un piso más arriba.
Decido salir un rato a recorrer Pike Place, mi antiguo barrio, no sin antes recibir las amenazas de Sophie para que llegue temprano y así prepararnos con tiempo, ya que vendrá un estilista a ocuparse de todas. Todavía es temprano y no quiero quedarme encerrada pensando en cosas. Aunque ahora parece que ha sido muy mala idea. Ha empezado a llover, como es usual. Tal como mi último día en ésta ciudad.
«Salí del Escala luego del ofrecimiento de Taylor de llevarme a casa, con lágrimas en mis ojos que se renovaron luego de que me adentrara en el ascensor, llevándose mi aliento. Sintiéndome más sola que nunca, más abandonada que nunca. Katherine ya me quería lejos de ella por alguna extraña razón que aun no entiendo, así que no tenía ningún interés en volver a ese lugar. Nunca me han atado los objetos materiales, no quería nada que me atara a todo el dolor que sentí en este lugar. Que me hiciera recordar todo lo malo que viví en esta ciudad»
Aun así, debo reconocer que no todo fue malo. Christian siempre estuvo allí para mí. Recuerdo una tarde de martes que pude salir temprano de mi trabajo y lo encontré afuera de SIP esperándome sólo para ir a caminar juntos, me invitó a comer helado y paseamos tomados de la mano como una pareja normal, en estas mismas calles de Pike Place de camino al apartamento de Kate, al cual no quería ir por una estúpida discusión que había tenido con mi amiga esa misma mañana por ocupar un espacio en la sala del apartamento que, supuestamente, no me correspondía. Esa fue una gran sorpresa para mí, una de muchas que me hizo. Alegró mi día y desde el momento en que miré sus ojos, dejó de ser desastroso gracias a las continuas peleas con Kate y de soportar a mi odioso y baboso exjefe.
Mi teléfono me libera de mis melancólicos pensamientos y me sorprendo al ver de quien se trata. ¿Será que sabe que estoy en la ciudad?
Conociéndolo como lo conozco, sí lo sabe.
*Hola, Preciosa. ¿Ya que estas en el país, por qué no vernos?... Lo deseo con fervor. Christian*
Una tonta sonrisa se forma en mis labios al leer su mensaje. Le contestaré mañana cuando haya pasado la fiesta, antes de ir a Montesano a visitar a mi querido Ray. Necesito prepararme mentalmente para soportar tenerlo frente a mí. Sé que saldrá a la luz el tema del por qué me dejó y realmente, no me siento preparada para escucharle decirlo. Es estúpido, lo sé, pero algo así de ruin no se olvida de la noche a la mañana.
Un segundo mensaje llega y lo reviso inmediatamente. Ruedo los ojos ante las palabras de Sophie. Es hora de ver al estilista que ya ha iniciado con Lauren. Al regresar al hotel, hay varios estilistas alrededor de las dos mujeres trabajando entre charlas animadas. Todavía no es hora del almuerzo y ya están corriendo. Me parece algo exagerado.
—Ana. Báñate para que sigan contigo —dice Sophie una vez me ve.
Trato de no reír al verla llena de tubos en la cabeza. Que mujer más vanidosa.
—Si, mamá —le digo rodando los ojos y ella bufa.
Sophie es demasiado perfeccionista y todo siempre debe estar en el lugar adecuado. Me recuerda a Kate, pero Sophie no es tan pesada y mandona, además mi editora salió adelante por sus propios medios logrando ganarse el prestigio como una de las mejores editoras del país y no se acuesta con cualquiera. Sé que suena feo, pero Kate no es ninguna santa.
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Destruida Entre Sombras
FanfictionCarla muere en un accidente automovilístico junto a Bob cuatro años atrás... Ray muere de un paro cardíaco tres años más tarde y eso la hace sentir perdida... Anastasia tiene a Kate y a José, pero no hay nada que llene su corazón completamente...