POV Christian
Siento que mi cabeza duele como el infierno. Abro mis ojos lentamente y me encuentro en una habitación blanca. Todo está oscuro, una pequeña lámpara de mesa junto a mí es lo único que alumbra la pequeña y limpia habitación. Intento levantarme, pero un dolor en mi costado me impide hacerlo, provocando que me queje y mi cabeza quiera reventar. No recuerdo lo que ha pasado. Lo último que llega a mi mente es estar en mi avión y estábamos listos para despegar. Iba a ver a Ana...
¿Dónde mierda estoy?
¿Qué habrá pasado?
¿Cómo llegué aquí?
Busco mientras trato de recordar lo que sucedió para haber terminado en una clínica conectado a unas máquinas que emiten un sonido irritante; encuentro un botón rojo al lado de mi mano, me doy cuenta del catéter que tengo en el dorso de mi mano izquierda y me maldigo por mi estupidez, alguna imprudencia hice para encontrarme en esta situación. Asumiendo que el botón debe ser para llamar al doctor, lo oprimo y sólo queda esperar que alguien venga. Realmente necesito algo para el dolor. Me preocupa no recordar nada de lo que pasó.
¿Por qué no llegué con Ana?
¿Por qué me duele la cabeza y el cuerpo?
Una puerta frente a mí se abre y me encuentro con una hermosa vista. Lo cual me sorprende. Mi Ana está aquí conmigo, está en pijama y toda despeinada, está hermosa. Camina restregando sus ojos y bosteza, parece una niña pequeña. Como me encanta esta mujer. Cierro los ojos y siento como se acerca a mí. Toma mi mano y besa mi frente. Como extrañaba ese olor a manzanas de otoño. Trato de controlarme para no abalanzarme y atraerla a mí.
—Descansa, mi amor. Ya deseo que despiertes —susurra.
Deposita un casto beso en mis labios y sonrío como idiota.
—También descansa, nena. —Escucho que grita y se lleva sus manos al pecho.
Se me es inevitable reír, pero tengo que detenerme, mis malditas costillas duelen y mi cabeza palpita.
—Christian. —Se lanza sobre mí y lucho por no quejarme de la fuerte punzada en mis costillas. La rodeo con mi brazo libre de cables y la estrecho con fuerza—. Lo siento, te lastimé —dice apartándose un poco al sentirme estremecer.
Maldito dolor.
—No importa. —Acaricio su precioso rostro y limpio sus lágrimas—. No llores, cariño. Sabes que odio verte así.
Asiente y me vuelve a abrazar, pero esta vez con más delicadeza. Siempre evitando mi pecho. Prefiero la oscuridad pero que me toque, a la paz sin su presencia.
—Iré a llamar al doctor...
Intenta levantarse, pero no la dejo.
—No. No me dejes.
—No lo haré. No demoro.
La abrazo y niego haciéndola reír un poco. Pero ya estuve demasiado tiempo sin ella.
—Señor Grey. —Un sujeto de bata blanca entra—. Qué bueno que ha despertado. Su novia ya estaba a punto de llegar a la histérica. Soy el doctor Mason.
El doctor empieza a revisarme y mi nena se coloca una bata cubriendo su pechos, vuelve a mí y no deja de acariciar me cabello mientras el doctor me revisa, no puedo evitar notar las rápidas miradas que le da. Eso no me gusta. Toma su teléfono y, con una sonrisa, me dice que le avisará a mi familia, que están muy preocupados por mí.
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Destruida Entre Sombras
أدب الهواةCarla muere en un accidente automovilístico junto a Bob cuatro años atrás... Ray muere de un paro cardíaco tres años más tarde y eso la hace sentir perdida... Anastasia tiene a Kate y a José, pero no hay nada que llene su corazón completamente...