Navidad [II]

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Narra Krei

Después de saludar a todos los de la casa, al cabo de un rato mi suegra pidió "permiso" a Chris para poder hablar ella y yo a solas.

-Chris, ¿te importa que te la quite un momento?- dice Margarett.

-Si no es para toda la vida, sí. Pero no estés una hora hablando eh...

-Christopher...

Salimos las dos en la terraza de la parte interior de la casa y nos sentamos. Al principio puede que no se me notara pero estaba un poco tensa porque no sabía cómo reaccionaría, pero en fin, yo quería conocerla así que me "cargaría" las culpas.

-Bueno, ¿de... dónde eres?

-De Barcelona.

-Ah, pensaba que eras de otro lugar cómo de... Estados Unidos.

-Ya quisiera pero no.- digo riendo.

-Háblame de ti. ¿Que edad tienes? ¿Estudias o trabajas?

-T-tengo 20 años, y de momento estoy... estudiando.

-¿Para...?

-Para poder conseguir... algo que hace tiempo intento y que no quiero decir porque... prefiero hacer los pasos más importantes sin que nadie me llegue a romper el camino.

No sé porque dije eso... Si se ve, no fueron tantas preguntas que ella me hizo, pero a mi manera de pensar, estaba agobiándome un poco. Ella desde que empezamos a hablar a fuera, me miró seriamente. Puede que fuera porque su hijo ya iba a levantar el segundo vuelo, que era irse con pareja hacia otro lado. El primer vuelo ya lo hizo, que fue el hecho de irse de casa.

-Bueno. ¿Tienes hermanos?

-No. Soy hija única.

-¿Desde cuándo conoces a Chris?

-Hace unos... 8 meses, más o menos.

-¿Y cómo os conocisteis?

-En... en una... tienda.

Chris sale y dice:

-Mamá...

-Chris, estamos hablando.

-Creo que han sido muchas preguntas ya.

-¿No han sido tantas, verdad?- dice su madre mirándome seria.

-No...- digo con la cabeza baja.

Le llaman por teléfono y Chris me lleva a dentro.

-¿Todo bien, preciosa?

-B-bueno... Al principio pensé que sí pero luego se puso mucho más seria.

-No te preocupes. ¿Te ha preguntado cuándo nos conocimos o algo?

-Sí. Le dije que hacía unos 8 meses más o menos. No me preguntó nada más.

-Vale, tranquila que seguro que ella no quiere hacerte ver que le caes mal. A veces da un poco de miedo tanta seriedad en sus ojos.

Le abrazé y dice:

-No tengas miedo, ¿sí? Que no te voy a dejar sola.

Me sentí más bien cuándo él me acarició el pelo. Le miré, me besó y me dió una galleta.

-Luego... ¿vamos a hablar a fuera?- dice Chris.

-Cuándo quieras.

Me quedé un poco dormida y Chris me despertó.

-Has dormido poco. Ven, ¿quieres dormir un rato conmigo?

-Vale... ¿a tu madre no le molestará, verdad?

Mal De AmoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora