CAPÍTULO 3

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-Danielle, despierta, ¡Danielle!

-¡Adam! Un ratito mas venga...-Le di en el hombro para que me dejase dormir

-Estamos ya llegando, por fin en casa, ¿de verdad quieres perderte estas vistas? -a su vez, Adam estaba señalando hacia los grandes rascacielos tam simbolicos de mi hogar, mi cuidad.

-¡No, no quiero perdermelo por nada del mundo! - Abrí los ojos rápidamente y me incorpore a mi asiento, pegué mi cabeza a la ventana que estaba al lado del asiento de Adam ya que el mío daba al pasillo.

Es la cuidad más bonita del mundo, nunca le perdonare a mamá que me alejara de mis amigos, mi padre, mis tíos... en fin, no quiero recordarlo más.

-Si, ya se que es la mejor ciudad del mundo, y no, yo tampoco entiendo como pudimos irnos- me dijo mi hermano doblando los ojos.

-¿Cómo sabías que estaba pensando justamente eso? - Levante una ceja

-¿En serio dudas de tu hermano enana? No eres a la unica que le duele no estar aquí por siempre. -Seguidamente me dio un beso en la frente.
Cadiz no es que fuese horrible, es una cuidad muy bonita, incluyendo las playas, pero claro yo no vivo en Cadiz capital, vivo en un pueblo y es una rutina siempre, la misma gente, los mismos sitios... Supongo que entendereis como son los pueblos.

Es verano, por eso estoy de vacaciones, por lo que podré disfrutar al máximo de un verano cálido, de la playa, el sol, cenas por la noche, todo va a ser perfecto, lo sé.

-Danielle busca a papá anda, cuatro ojos buscando son mejor que dos.

-Adam, está allí, ¿Con quien esta?-dije mientras acercaba un poco más mi cabeza hacia donde estaba mi padre, arqueando los ojos para intentar ver mejor.

Adam se paró en seco cogiendome de la mano y poniéndome a espaldas del sitio en el que estaba Papa y una chica esperandonos. Estábamos frente por frente.

-Escucha Danielle, hay una cosa que tengo que decirte, ni papá ni yo sabíamos como decírtelo.-Me dijo mientras acariciaba mi mano.

-No hace falta que digas más, ¿es su novia verdad? -Le respondí

No entiendo por que no me lo habían dicho antes, ya no soy ninguna niña, fue mi madre la que abandonó a mi padre, sus razones tendría, y espero que algún día me lo cuenten.

-Si enana, eso es, lo siento, no sabía como decirte, se que te va a caer muy bien, es buena chica. -me dio un abrazo y sentí como le hacía señas a mi padre, supongo que le estaba diciendo que todo estaba bien.

Salí corriendo hacia mi padre y le di un abrazo mientras Adam llegaba, el venía andando. Adam le dio dos besos a la chica que estaba junto a mi padre, luego le di yo dos besos.

-Encantada, yo soy Danielle, ¿Tu?

-Igualmente, yo soy Hanna.

-Vaya, veo que ya os habéis presentado -Dijo mi padre con una sonrisa

-Si, eres muy lento Papa. - le sonreí.

Papa y Adam cogieron todas las maletas y las metieron en el coche nuevo de papá, era rojo, un coche deportivo, parecía de lujo, en algo debería estar metido papá, que yo sepa no puede permitirse ese coche, bueno, como ya he dicho puede estar metido en algo bueno, o malo, no se, también puede que este cambiando.

Llegamos a casa y mi habitación estaba tal y como la había dejado la última vez que estuve aquí en navidad, deje la maleta en el suelo, al lado de mi armario blanco. Abrí mi cómoda, y saqué uno de los pijamas que tenía ahí, era un pantalón corto blanco con pájaros pequeños rojos, la parte de arriba era de tirantes y con un estampado igual que el del pantalón, necesitaba descansar, así que deshice mi cama y me dormí. Me esperaba una tarde muy larga, había quedado con April para ir a tomar un helado en nuestra heladería favorita.

Hagamos Lo Imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora