CAPÍTULO 5

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Me di una ducha después de comer y me dirigí a mi habitación, me puse el trikini y el vestido que había comprado esta mañana, seque mi pelo castaño y deje caer mis hondas por la espalda, pasé mi mano por la parte de delante de mi pelo y lo coloque.

Escuché el pito del coche de April y bajé corriendo las escaleras, olvidé a Adam, el vendría con nosotras.

-¡Adam, baja, April esta aquí!

Nadie me contestó así que decidí salir, me encontré a Adam y April hablado apoyados los dos en el lado del coche.

-Hola chicos, Adam te estaba esperando, creí que estabas en tu habitación aún vistiendote. -Le dije a mi hermano poniendo mis ojos en blanco.

-Oh no, lo siento, salí antes y me encontré a tu amiga ya aquí esperando, venga sube enana o llegaremos tarde. -Mi hermano me besó la frente y me abrió la puerta de la parte trasera.

-Estas muy equivocado hermanito, yo voy de copiloto con mi mejor amiga al lado, coche de chicas. -Le hice el gesto a mi hermano de que entrase en la parte trasera y le cerré la puerta.

Puse música en el coche, y los tres fuimos cantando y riendo.
Cuando llegamos a la casa (la cual yo ya había estado mucho tiempo de pequeña) encontramos muy buen ambiente.

Fuimos a la parte trasera donde estaba la piscina y cuando quise darme cuenta mi hermano ya había desaparecido con sus amigos. April y yo fuimos con Daniel y mis amigos de la infancia, saludé a todos.

-¿Queréis algo chicas? -Preguntó Daniel como buen anfitrión.

-Yo tomaré una cerveza con limón por favor. -Dije levantando el dedo índice de mi mano

-Tomare lo mismo Daniel. -Dijo April.

Cuando Daniel nos trajo las bebidas mi mejor amiga y yo nos sentamos en el borde de la piscina mojando nuestros pies.

-¿Qué hace esta aquí? .-Escuche la voz de ella.

-April dime que no esta aquí por favor.- Le dije en el odio a mi amiga.

-Tranquila Danielle, sólo pasa, es una mierda no se merece de ti.

Sin hacer caso a mi amiga, como era de costumbre me levanté muy enfadada y me acerqué a esa gilipollas.

-¿Tienes algún problema?.-Le dije señalandole con el dedo.

-Si, uno muy grande, tan grande como tú, aún que tampoco es que lo seas mucho. -Dijo señalandome de arriba abajo.

-Mira niñata, siento mucho que no te agrade mi presencia, pero los problemas que tuvimos tu y yo no me van a echar de aquí, estoy con mis amigos pasándolo bien, tu a lo tuyo y yo a lo mío ¿Si?

-Se dio media vuelta moviendo sus pelos.

Helena era una amiga de la infancia, bueno amiga... en las vacaciones de navidad cuando vine nos peleamos.
Adam y Helena estuvieron de "amigos con derechos" en navidad, no me hacía mucha gracia que una amiga estuviese con mi hermano (éramos un poco celosos el uno con el otro, él como hermano mayor quería protegerme, y yo como hermana pequeña quería lo mejor para el) bueno, pues un día fuimos las chicas a una fiesta, bebimos un poco y quería ir al baño. A causa de mi estado después de haber tomado bebidas de más abrí una puerta creyendo que era el baño, era una habitación bastante simple con una cama de matrimonio, y vi una pareja follando, me fijé un poco más y vi que era Helena con un mexicano.

Helena me pidió que no contase nada a mi hermano, obviamente se lo conté todo, mi hermano se estaba ilusionando con esa chica, y me acusó de no serle fiel por contárselo a Adam. Prefiero mil veces a mi hermano antes que a esa gilipollas.

April empezó a reír como una loca, se reía cuando me enfadaba, ella decía que ponía unas caras muy graciosas, decidí pasar del tema y reírme con mi amiga.

La tarde pasó y llegó la noche, dejé a April en la parte trasera donde habíamos estado toda la tarde y decidí ir a la entrada de la casa. Atravese todo el salón que estaba lleno de gente borracha, y me senté en un Banco que había en el porche de la casa de mi "mejor amigo" de la infancia claro...

-¿Perdona, tienes un cigarro?. -Me preguntó un chico moreno, con los ojos color miel y grandes, flequillo largo y levantado hacia un lado, una camiseta de manga corta gris, unos pantalones negros pitillo y unas zapatillas estilo "Vans". Tenía un piercing en la nariz y un tatuaje en el bíceps derecho.

-¿Es a mi?.-Le pregunté en forma de respuesta levantando una ceja, era obvio que era a mi, no había nadie más a mi lado

-Si claro, no veo a nadie más.-Dijo pasando su mano señalando a nuestro al rededor.

-¿A ti no te han dicho que fumar mata?.- Le dije algo prepotente a la vez que me ponía de pie levantándome del banco, me había tomado por tonta, ¡pero quien se creía el macarra ese!

-¿A ti no te han dicho que hay que hablarle con respeto a las personas mayores?.- Señaló a mi altura.

-Paso de hablar contigo, tengo mejores cosas que hacer, y no, no tengo cigarro, y si lo tuviera no te lo daría, payaso.

Pero quien se había creído, va de chulo por la vida por llevar tatuajes y piercing, he de reconocer que le quedaba bastante bien, ¡Madre mía, era guapísimo! Pero no, Danielle ¡no! Es un chulo.
Entré otra vez con mi amiga a la fiesta, y no volví a verle, ¡mejor!

Hagamos Lo Imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora