Me desperté en casa de April, recuerdo muy poco de anoche, creo que bebí demasiado... Pero si recuerdo a ese gilipollas de... ¿ Cómo se llamaba? Dyler? Dy.. ¡Dylan! Si, Dylan. Todo un malote donde los haya.
-Despierta dormilona, ¡eres una dormilona!. -Le grite a April mientras me subia a su espalda y saltaba sobre ella.
-Danielle... ¡Te voy a matar!. -April se sentó en la cama haciendo que quedara en mi cama que estaba al lado de la suya.
-No cosquillas no por fav....- no dejó que terminará de rogarle cuando ya estaba sobre mi mantandome a cosquillas.
-Te lo has ganado. -Dijo mi mejor amiga riendo
-Para o voy a morir.- Le suplique, y entonces paró.
Nos sentamos cada una en su cama y un silencio se apoderó de la habitación.
-Oye April, que pasó ayer, ¿cómo acabe aquí?
-Eres una borracha pequeña princesita.-Me dijo a la vez que hacía el gesto de comillas en la palabra princesita con las manos.
-¡Joder! Sólo quería olvidar lo que paso con el tonto ese de Dylan y hacerle ver que para nada soy pequeña.
-Pues deja de hacerte la fuerte, porque tuve que llamar a mi padre para que viniese a por nosotras, y sabes como es mi padre... no le hizo mucha gracia, pero me incitaste con los chupitos y fue uno detrás de otro y... No me vi capaz de coger el coche, así que vamos a desayunar que tenemos que ir andando hasta la casa de Daniel a por el. -April se puso de pie en la cama miestras estiraba sus brazos como nunca.
Hice lo mismo y bajamos a desayunar, yo nunca tengo resaca así que me sentía demasiado bien, pero mi mejor amiga no podía ni con su cuerpo.
Preparamos un vaso de Cola-Cao con galletas.Después de desayunar y hablar de todo lo que pasó anoche subimos a su habitación, me duche en su casa, y ella también se ducho, me dejo una camiseta suya negra de un grupo de música, y me puse unos pantalones suyos negros con unas vans blancas al igual que las letras de la camiseta. April se puso una camiseta rosa y unos pantalones cortos blancos de tiro alto con unas sandalias del mismo color que los pantalones, las dos dejamos el pelo suelto para que se secase.
Cuando llegamos a casa de Daniel estaba todo hecho una mierda, en la entrada había todo tipo de cosas, desde vasos rotos hasta condones, que asquerosa es la gente. Llamamos a la puerta, estaba abierta y como nadie contestaba decidimos entrar.
-¿Daniel?. -Pregunté.
-¡Hola chicas! Estoy en la cocina.
Llegamos hasta la cocina esquivando a la gente que estaba durmiendo en el suelo y la basura.
Cuando entramos encontramos a Daniel recogiendo la cocina junto a un chico, espera... ¿ Quien es ese?-April.. ¡Vámonos!.-Le dije a mi amiga en el odio mientras apretaba su mano.
-¿Pero que te pasa? Vamos ayudar a Daniel, pobrecito, esto está hecho una pocilga.-Me respondió.
-Es que... Ese es Dylan, el chico que te dije anoche.
No dejó que mi amiga contestara cuando escuché una voz que me sonaba, una voz ronca y sexy.
-Madre mía morena, la bebida no te sienta nada bien. -Me dijo Dylan mientras me señalaba.
-¿Pero de que estas hablando idiota?.-Le dije con una voz enfadada mientras fruncia el ceño
-¡Pero bueno! A vosotros que os pasa, veo que ya os conocéis.-Dijo Daniel interrumpiendonos.
-Es que este... mm.. ¿como llamarlo? Este Idiota ayer se pasó conmigo, y ya sabes que conmigo no se pasa nadie. -Daniel, como amigo de la infancia sabe muy bien que tengo un carácter un poco fuerte.
-¡Calláos los dos!.-Dijo mi mejor amiga levantando las manos por encima de su cabeza. -Los dos os vais a ir ahora mismo a hablar, no os aguanto más. -Afirmó mi amiga antes de que empezase a quejarme.
-Pero April, no tengo nada de que hablar con el. -Dije quejándome cosa que ella sabía muy bien que iba a hacer.
-Ahora. -Dijo mi amiga reafirmando.
Dylan me cogió de la mano y me llevo al piso de arriba. Entramos en una de las habitaciones que no estaban ocupadas, era la habitación de la madre de Daniel, amiga de mi mamá.
Dylan cerró la puerta, me agarró del brazo y me puso contra la puerta, apoyó su mano en la puerta por encima de mi cabeza, y con la otra mano empezó a acariciarme un brazo.
-Eres preciosa, aún más cuando te enfadas. -en ese momento empezó a acariciarme el labio.
Estaba muy nerviosa, madre mía, ¿en serio un chico como el, le estaba diciendo algo así a una chica como yo?
-Co... ¿Cómo?. -No era capaz de hablar.
Dylan puso su dedo en mis labios y me mandó a callar.
-Shh .-Dijo con una voz ronca y a la vez muy pero que muy sexy.
En ese momento me besó, no me dio tiempo a responder, decidí seguirle el beso, ese chico era extremadamente sexy e irresistible, nos besamos apasionadamente, nuestras lenguas se exploran y nuestros labios iban al mismo compás, mordió mi labio inferior y fue ese momento en el que perdí el control, ese era mi punto débil, que muerdan mi labio. A su vez Dylan subía y bajaba sus manos por mi espalda acariciandome y yo puse mis manos al rededor de su cuello, me levantó y enrollé las piernas en su cintura y me dejo caer suavemente en la cama de matrimonio.
Seguimos basándonos hasta que llamaron a la puerta.-¡Mierda! -Dijo Dylan a la vez que se separaba de mi.
-¿Chicos? ¿os habéis matado?.-Dijo April al otro lado de la puerta.
Joder que si nos hemos matado, a besos.
-April, ya voy.-Le dije
Dylan se levantó de la cama y pasó su mano por el pelo para asi poder peinarse el flequillo, se quedo mirandome desde arriba, estiro la mano hasta la parte trasera de su pantalón, saco un paquete de tabaco, saco un cigarro y se lo metio en la boca, antes de encenderlo me miró, no dijo nada, se lo encendio, abrio la puerta y se fue, ahi quedo todo.
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Hagamos Lo Imposible.
RomanceDanielle, una chica de 17 años, que vive en Cádiz pero que nació en Madrid, va a hacer el viaje que tanto estaba esperando antes de empezar su primer año en la Universidad, irá a su cuidad natal para visitar a su mejor amiga de la infancia y a su pa...