Parte 3

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Al despertarme, me encontré tumbada en una cama de suaves sábanas y colchón blando. Por si acaso, miré mi atuendo y el otro lado de la cama, pero por suerte, no era una cama de matrimonio. Al tratar de levantarme, me di cuenta de mi situación; estaba encadenada y encerrada, pero no me sentía apresada, todo lo contrario, me sentía muy relajada, cómo si yo fuera superior a todo aquello, más poderosa y peligrosa. Respiré profundamente y pensé: "si estoy encerrada ¿por qué tengo tantos lujos?" Me giré y miré a mi alrededor, había un armario con apariencia antigua, un estante con libros y figuras de diferentes tipos de dragones, un sofá, una chimenea y una mesita frente al fuego. Me incorporé de la cama, y me acerqué a la mesita, la cual tenía una caja sobre ella. Me senté en el sofá y agarré la caja, la observé un rato, tenía muchos grabados, generalmente dragones, pero en la tapa, se podía apreciar un grabado de un humano y un dragón, ¿o era una humana?. Después de un rato deduje de era una chica, y físicamente muy parecida a mí. Sin darme cuenta, terminé abriéndola, dejando al descubierto su contenido: un collar con una escama dorada, al verla, me acordé de Lunzu. ¿Dónde estaría? Me dispuse a agarrar la joya cuando, de repente, un chico alto, musculoso, de ojos dorados y rubio irrumpió en la sala. Me quedé mirándolo un rato más, estaba completamente anonadada, él, apartó la mirada, completamente ruborizado. Ante de que pudiera decir nada, se sentó en el sofá, cruzó las piernas y colocó sus manos en su nuca, haciendo que algunos mechones taparan su morena piel:

—Estaba preocupado, ¿Qué te ha pasado antes?- preguntó con toque desinteresado.

—Espera un momento, ¿nos conocemos?- respondí tímida.

—Ah claro, nunca me has visto con esta forma, soy Lunzu.

—¿Qué?

—A veces estoy obligado a adoptar otra forma para adaptarme a la situación, en este caso para no llamar la atención y porque no habría sido capaz de pasar por la puerta- ese último comentario lo dijo con un toque humorístico.

Me levanté y señalé la caja:

—¿Y esto qué es?

—Es un regalo por mi parte, pensé que te gustaría, es una de mis escamas, teniéndola tendremos una especie de conexión que hará que sepa dónde estás.- respondió vagamente.

—Es preciosa, muchas gracias.- me sonrojé ante su mera presencia, seguía impresionándome su apariencia.

—Volviendo al tema, ¿qué te pasó en el bosque?, ¿por qué te convertiste en un dragón violeta?-vi cómo los ojos se le llenaban de ira y terror al mismo tiempo. Me acordé de lo que me contó en la Tierra, los dragones violetas eran seres temibles, lo cuales usaban a otros dragones volviéndolos oscuros y quitándoles el alma. Y eran los causantes de la extinción de los dragones dorados, los cuales al ser tan poderosos eran una amenaza para los de su raza.

—La verdad es que no lo sé, solo sé que no era yo quien controlaba mi cuerpo. Y de repente, era un dragón, y luego no.

Lunzu se me quedó mirando, y de repente empecé a oír una voz en mi cabeza con la voz de mi amigo. Estaba preocupado, y yo también, ¿Qué me estaba pasando? ¿Por qué podía oír sus pensamientos?. De repente escuché un pensamiento de Lunzu: "¿Debería protegerla o matarla?". Me alejé de él muy asustada:

—¡¿Se puede saber en qué estabas pensando?!- me levanté de un salto vociferando.

—¿Qué?, ¿Cómo has sabido lo que estaba pensando?

—Eso no importa, ¡has pensado en matarme!

—Entiéndeme, toda mi vida he estado peleando y temiendo a los dragones violetas y ahora me entero de que estoy enlazado a una humana la cual es uno también.

En parte tenía razón, era un peligro, y no sabía controlar lo que fuera que tuviera que controlar.

—Tienes razón, si lo ves necesario, mátame —Lo dije con toda la valentía que tenía, que no era mucha—. Pero, de momento, quiero ayudarte.

No parecía muy convencido, pero aceptó mi ayuda, por el bien de ambos. Estuvimos hablando un rato más, y llegamos a la conclusión de que lo mejor era entrenarme. Me enteré de que estábamos en un refugio para dragones de la Tierra, en la cual les había costado mucho aceptarme, teniendo en cuenta mis habilidades como dragón. También pude informarme sobre el estado del refugio y mi tiempo de "coma", al parecer estuve 2 semanas metida en la cama, mientras los dragones oscuros y sus jinetes, los guerreros de armadura mecánica, iban volando por los alrededores siguiendo algunas pistas.

Pasaron 2 semanas desde que me desperté y Lunzu estaba desesperado conmigo, definitivamente era muy nula con los temas físicos cómo golpear, defenderme, etc. Pero entonces me enteré de que había algo más que podía hacer.

Alas de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora