Capítulo Séptimo.

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Homicidal Liu.

Mi nuevo yo.

Después de todo el movimiento de mudanza del día anterior quedé agotado.

Dormimos tarde y aún así, el despertador me levantó a las 7:00 am.

Cuando me desadormile observé la cama de Jeff a unos metros de la mía.

Estaba totalmente perdido en el sueño y su cuerpo como siempre terminaba en una posición extraña con las cobijas en el suelo.

Negué con la cabeza y me dirigí hacía él.

Recogí las sabanas y se las coloque encima de vuelta.

Es gracioso que después de todo lo que ha pasado.

El siga comportándose como un niño pequeño.

Además, yo parezco más el mayor y eso que el me supera en edad por un año.
No es mucho pero basta.

Salí del cuarto a la cocina por un vaso de agua procurando no despertarlo con el ruido.

Si no duerme su tiempo, se desata una guerra campal.
Como la última vez...

Aún no se como hizo para lanzar el refrigerador por la ventana. El orificio era angosto y él no podía levantar el electrodoméstico por si solo.

A veces pienso que esta poseído o algo por el estilo.

Eso me recuerda mucho a cuando éramos niños y las travesuras que hicimos.

Y también me recuerda a...

Mamá? Papá?

Sus gritos me despertaron a mitad de la noche.

Cuando iba a levantarme la puerta se abrió y vi la figura recortada de mi hermano.

*Jeffrey todo esta bien? *

*Claro que si hermanito.*

Dijo mientras se acercaba.

*Ahora, Solo ve a dormir...*

Un dolor punzante me atravesó el estómago.

Me había apuñalado.

*J-Jeff...Detente!*

No me escuchó y se vino una puñalada tras otra.

Cuando llego el turno a mis mejillas ya no tenía fuerza o voz para gritar.

Todo se volvió oscuro.

Después de ése perturbador recuerdo volví a la realidad.

Al darme cuenta ya había destrozado el vaso de vidrio que sostenía.

Los cristales se expandieron por el suelo y me habían herido la mano.

*Joder*

Psicólogo de psicópatas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora