[KyuMin] Mi mas bello error [Terminado]

Parte 1

Lee SungMin, estudiante del penúltimo grado de preparatoria, integrante del club de teatro.

Amable, dulce y talentoso en la actuación. Pero era más conocido por su valentía.

Había sido el único hasta el momento en enfrentar a uno de los chicos más crueles de la preparatoria. Cho KyuHyun.

Lo odiaba, detestaba que por un par de billetes que su padre donaba, KyuHyun se sintiera el dueño del lugar. Odiaba sus miradas llenas de cinismo. Odiaba su caminar firme e imponente. Odiaba su voz cuando intentaba intimidar a sus víctimas.

Sólo quedaba en odio, ya que nunca le había tocado ser su presa. Eso fue hasta que tocaron en el mismo curso que KyuHyun puso sus ojos sobre Min, pero este en lugar de intimidarse, lo confrontó.

Milagrosamente para todos, no habían llegado a los golpes, solo una discusión de la cual todo el mundo se enteró.

KyuHyun seguía con lo mismo, pero con SungMin nunca pasaba de empujones, discusiones acaloradas y una que otra broma pesada en su casillero. Las golpizas que los demás habían sufrido, nunca llegaron.

Cho KyuHyun, estudiante del mismo grado, miembro del equipo de futbol americano.

KyuHyun, gustaba de agredir a sus compañeros, normalmente iba directo a los golpes, amaba infundir respeto hacia su persona con esos actos, pasar por los pasillos y ver como todos le rodeaban para no atravesarse en su camino, y bajaban la mirada para evitar alguna agresión.

Siempre había sido de esa manera, nunca nadie le había retado, incluso los maestros y directivos de la institución pasaban de largo sus faltas debido a que el Sr. Cho era uno de los benefactores de la preparatoria y no podían darse el lujo de perder ese ingreso por un "malentendido".

Todo bien para él, hasta que a un chico de su grupo, lo retó. Intentó acorralarlo en los casilleros, pero lejos de intimidarse, el joven retiró con furia sus manos de su cuello y lo empujó.

Estaba tan molesto, dijo tantas cosas que KyuHyun ya ni recordaba, estaba más sorprendido del ver como aquel pequeño le demostraba que con él no lograría obtener tan fácil su objetivo.

Lo detestó, lo odió como había odiado a ninguno antes.

¿Por qué no lo golpeó? Se trataba de un joven, él normalmente atacaba a los varones, pero nunca se atrevería a golpearlo. Era tan malo como golpear a una mujer, incluso él tenía sus límites. Claro, esto no evitaba que intentara hacerle la vida imposible con una que otra inofensiva bromita.

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-SungMin!! Espera!! – gritó RyeoWook corriendo por el pasillo hasta alcanzarlo.- toma.

-qué es esto?

-realizarán un baile el sábado, para recaudar fondos para mejorar las instalaciones... sabes que no es así y es un mero pretexto para hacer este evento.

-lo sé... y no me interesa.-dijo devolviéndole el folleto.

-pero Min!

-no me interesa Wookie, solo irán parejas...

-algunos van solos con esperanza de encontrar a alguien...

-nadie quiere encontrarme... sabes lo que dicen de mí, que soy un aburrido y virginal doncel.

-mientes, eres hermoso! Y no eres aburrido, a mí me pareces genial.

-es porque eres mi amigo... aun así, no quiero ir solo.

-irás conmigo!

-tú irás con JongWoon! Me veré peor.

-vamos Min!! –Insistió- además, la temática será de romeo y Julieta.

-peor aún!

-será de antifaces! Eso te dará más seguridad ya que no te reconocerán a menos que te lo quites.

-wookie...

-por favor!!

-vas a abandonarme como en el baile de fin de cursos.

-no lo haré! Lo prometo!

-además, no tengo un antifaz y entre el tiempo de mi trabajo en el restaurant y la escuela no me da tiempo de ir de compras y es este fin de semana.

-yo lo haré por ti! Te verás genial! Ya lo verás....

Sin dejarle protestar, Wookie salió corriendo en dirección al estacionamiento. Tenía por novio al genial y guapísimo de JongWoon, en su momento a SungMin le gustaba pero nada serio, y cuando se enteró que era el novio de su mejor amigo RyeoWook, cualquier sentimiento desapareció sin notarlo. Ahora se había convertido en uno de sus mejores amigos y solo lo veía como un apuesto chico que consentía demasiado a su amigo, y le agradaba por eso, su amor se respiraba si estabas cerca de esos dos. En el fondo Min envidiaba eso.

Deseaba a alguien a quien le importara, que se preocupara por cómo estaba y que lo mimara con caricias y besos. No pedía mucho.

Suspiró y siguió su camino. Trabajaba en un restaurante de comida italiana, su jefe, Pierre curiosamente un hombre francés, alto, atlético y con una sonrisa que derretiría a cualquiera, era un hombre amable y flexible cuando de Min se trataba, todos los que los conocían, sabían que el hombre de ya casi 30 años estaba más que interesado en Min quien apenas había alcanzado la mayoría de edad.

Continuará...

Nuevo fic!! espero les guste, igual ya está terminado. Espero puedan comentar para ver si lo continuo. Besos! :D