Capítulo 42: Tiempo, constancia y seguridad.

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- Podrías haber dejado las cortinas abiertas, merecíamos ver algo después de tanto. - Se quejó Alex al entrar en mi cuarto.

Carlota le dio un codazo.

- ¿Cómo ha ido? ¿Te ha dicho algo? ¿Vendrá a por sus cosas?

- Ir... ha ido, al menos he conseguido que me dirija la palabra, algo es algo. - Suspiré. - No me ha dicho nada, pero supongo que vendrá mañana a por sus cosas.

- Algo es algo. - Dijo Carlota dejándose caer en la silla.

- Oye sé que va a ser un cambio de tema muy drástico y lo siento Em, pero es que si no lo pregunto no voy a ser persona. ¿Crees qué puedes saber dónde está tu padre?

- No, no se me ocurre ningún lado la verdad, lo único que sé con certeza es que Claudia sabe algo segurísimo.

Me quedé pensando un buen rato, y hasta que no me di cuenta del apretón que sentí en la espalda no era consciente de que Alex me estaba abrazando.

- Todo estará bien, ya verás. - Susurró en mi oído.

- Me toca cambiar de tema por completo, necesito que me hagas un favor Alex.

- ¿A tus órdenes? - Preguntó con duda.

- Es algo simple tonto. - Me dirigí al armario y cogí el vestido que tenía que probarse Nina para la boda. - Se lo tienes que dar a tu novia, o mejor dicho a tu compañera de boda.

- ¿Habláis de boda? - Preguntó Laureen asomándose por la puerta.

- Le estaba dando a Alex el vestido de Nina para que se lo diera.

- Perfecto. - Murmuró con una sonrisa. - Dile que a las 10:30 tendrá que estar aquí.

- A esa hora estaremos, señora.

- Dos cosas, ¿me ha llamado señora o soy yo que ya voy mal del oído? Y segundo ¿qué es eso de estaremos?

- Vendrá con Nina aquí porque no quiere que su madre se ponga a llorar y a babosearlo un rato. Y sí, afirmativo te ha llamado señora.

- ¡Ah, no! Por ahí sí que no, señora será otra, pero yo soy Laureen, así que déjate de formalismos sinvergüenza. - Carlota y yo nos reímos por lo bajo. - Y segundo, en esta casa solo puede haber mujeres, te irás con Jack a casa de Albert, o donde se arregle el novio. Ven a las 10:15 y te llevará Matthew.

- De acuerdo. - Contestó con diversión Alex.

- Oye Emily ¿tú te has probado el vestido?

- No, solo lo he visto, pero no sé ni cómo me queda. – Contesté un poco avergonzada.

- Ve a probártelo ahora mismo, haz el favor. La boda está a la vuelta de la esquina y tú aún sin probarte el vestido. Debería darte vergüenza.

Cogí el vestido del armario, y con unos empujoncitos de Carlota y viendo como Laureen y Alex se sentaban uno al lado del otro me encerré en el baño.

Me miré en el espejo, realmente el vestido me quedaba bien, el vuelo de la falda me llegaba por encima de la rodilla, me miré sorprendida. Me gustaba realmente como me quedaba, tenía poco pecho, pero encajaba con ese vestido con nada de escote. No sabía que zapatos iba a ponerme, pero eso lo dejaría al cargo de Laureen. Por otra parte, me imaginaba como iba a ir maquillada y solo quería un simple eye liner, y de peinado un recogido de trenzas. Eso era lo que quería.

Salí del baño mirándome de arriba abajo, miré a Carlota, acto seguido a Alex y por último a Laureen.

- ¿Y bien? ¿Qué os parece? - Me alisé el vestido. – A mí me gusta cómo me queda

la verdad, los zapatos lo dejo a tu disposición, pero si puedo escoger que no sean ni muy bajos ni abiertos, esos no me gustan. Y bueno el maquillaje y el peinado ya lo hablaré con la chica que venga.

- Em...- Tomó la palabra Alex. – Estás... Estás preciosa.

- Comparto lo dicho. – Continuó Carlota. – Te queda perfecto.

No te duermas... Sigo estando aquí (#2) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora