REMEMBER ME WHEN THE DARKNESS COMES

Amigos

‬Will salió de su nueva casa rumbo a la escuela, era su primer día, como la escuela era cerca de su casa, fue solo.

La escuela era grande por dentro, mucho más grande de lo que aparentaba y había cientos de niños corriendo o caminando en todas las direcciones.

Will entró a su aula, era grande, con muchos pupitres alineados frente a un gran pizarrón, en la parte delantera del aula había un pequeño escritorio, en él estaba sentada su nueva maestra, tenía los ojos cafés, cabello castaño recogido en una cola de caballo, estaba con un guardapolvo verde, Will algo nervioso se acercó a ella y le entrego el pequeño papel que le proporcionaron en la dirección.
-¿William Solace?
- Will, por favor.
-Bien, Will, yo soy la maestra Judith, preséntate ante tus compañeros ahora por favor
‬‬- ¡Hola! me llamo William Solace, pero prefiero solo Will, estaré en esta escuela todo el año, vivo con mis padres en una casa cerca de aquí, de hecho, a no más de cuatro cuadras así que no me verán en el bus, eso es todo, gracias
- está bien, ahora toma asiento, escoge un lugar, el que quieras
Vamos a continuar con la clase...

***‬‬‬‬‬

Una linda niña se acercó a Will, algo indecisa y con una gran sonrisa en el rostro
-¿Will? Hola yo también soy nueva aquí, me llamo Lou Ellen.
- Bueno Lou, seremos compañeros a partir de ahora
- No me digas, no me había dado cuenta- dijo con una sonrisa aún más grande

Ambos iban por el pasillo del colegio rumbo a su próxima clase cuando un muchacho paso empujando a Will, haciéndole tirar su mochila, que se abrió, expulsando todos sus libros, y papeles.

- Fue tu culpa, fíjate torpe- dijo el muchacho, se parecía a Will, bueno en realidad parecía una versión gastada de Will, igual con el cabello rubio pero un rubio opaco, los ojos de un celeste sucio. Era bastante delgado.
- ¡¡¿TORPE?!! Fue tu culpa, no fue culpa de Will gusano incompetente
- ¡Y tú que! Porque te metes, eres acaso su novia
- Eso no te importa, fíjate tú la próxima vez
-Déjame esto no es contigo es con este- dijo señalando a Will
-Si te metes con él también te metes conmigo
- Ja, Eres solo una niña
-¿solo una niña? Ya veremos- dijo Lou antes de darle un puñete en la cara y luego una patada en el estómago, con lo que el chico cayó al suelo
- ¡vaya! Gracias Lou, me agradas, apuesto a que seremos buenos amigos, por cierto, que buen gancho- dijo por fin Will que se había quedado a un lado, recordando la primera vez que conoció a Nico
- Tú también me agradas, pero algo de ayuda nunca está de mas
- Lo siento, yo me distraje, estoy algo melancólico
- Bueno,  tendras que contármelo luego, salgamos de aquí

Así fue como se conocieron y Will no se equivocaba, ellos serían inseparables.

Después del ajetreado día en el colegio, Will acompaño a Lou a casa.

Pasaban por un parque en el que los arboles ya se vestían de rojo, amarillo, naranja y café, se vestían de otoño los pájaros cantaban y ya se podía sentir el frio característico de la estación, las personas al igual que los arboles pasaban vestidos de otoño. Will y Lou estaban tan ensimismados en eso que no vieron cuando se acercó de frente y a toda velocidad una bicicleta.

Will fue atropellado por una bicicleta, porque empujo a Lou justo a tiempo, para que ella no saliera lastimada.

‒ ah viejo, lo siento no te vi‒ dijo el muchacho que conducía la bici
‒ deja de hablar ayúdame a levantarlo‒ dijo una muy indignada Lou intentando levantar a Will que parecía algo aturdido
‒ ah por cierto soy Cecil, es un gusto conocerte, ¿Cuál es tu nombre?
‒ soy Lou Ellen y tu víctima es Will, ayúdame no puedo sola
‒ Lou tranquila, gracias estoy bien, solo son unos pequeños raspones‒ dijo Will intentando pararse
‒ no me digas que te rompí algo, lo siento‒ dijo Cecil muy apenado
‒ Will te encuentras bien ¿te duele tu pie?, ¿Por qué no puedes pararte?
‒ Creo que me torcí el tobillo eso es todo, con algo de hielo estaré bien, no te preocupes
‒ Déjame acompañarte a tu casa, es lo menos que puedo hacer después de haberte atropellado
‒ ya les dije estaré bien, no se preocupen.
‒vamos Will no seas testarudo déjanos acompañarte
‒ ¿nosotros? Yo pensaba llevarlo solo
‒ ¿ah sí? y ¿tú crees que dejaría a mi amigo solo? ¡¿Con un completo extraño?! No señor yo los acompañaré
‒ Lou, no te preocupes estaré bien
‒ no, yo insisto o me dejas acompañarte a casa o te llevo directito al hospital
‒ está bien vamos entonces, ya sé que no podre ganarte.

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Espero que les haya gustado el capitulo, nos vemos el siguiente