Eso creo, por ahora es mejor no juzgar que el día no ha terminado.
Llegue a casa, tome once y me acoste a dormir.
Pues al parecer si, no estuvo mal ese día.
Me levante de la cama al día siguiente por culpa del despertador, tome una manzana, mi mochila y salí de casa.
Cuando abrí la puerta vi como mus vecinos me miraban raro, ¿Qué?, ¿Tengo monos en la cara?. Me empece a examinar hasta que... ¡Me di cuenta que seguía en pijama! Entre rápidamente a casa un tanto avergonzada y corri a mi cuarto a cambiarme.
Después de haberme asegurado de estar lista salí de casa y me tope con Nathaniel, él cual cuando me vio desvío la vista molesto.
-Eh... Buenos días.- Lo salude un poco incómoda al recordar lo de la última vez.
-Sí... Eso creo.- Se acomodo su mochila y se fue dejándome sola.
-Bueno, yo lo intente.- Suspire.-Que terco.- Me acomode la mochila y me dirigí al instituto en el cual al llegar vi a Castiel hablando-- Me corrijo, peleando con Nathaniel.
Me quede un rato mirándolos y los decidí rodear, no quería que Castiel creyera que soy su guardaespaldas y que voy a estar cuidándolo y defendiendolo siempre.
Al entrar a la sala mire a mi alrededor y vi a Rosalya junto a un chico de pelo un azul claro.
Me acerqué a ellos.-Buenos días.-
-Buenos días Sucrette.- Dijeron ambos al unísono.
-¿Cierto?, ¿O me equivoco de chica?.- Miro a Rosalya.
-Sí, ella es de quien te hable.- Asintio Rosa.
-Un gusto, soy Alexy.- Me ofreció la mano mientras sonreía.
-Es un placer conocerte.- Correspondi sonriendo.
-A Alexy le gusta comprar ropa.- Dijo muy sonriente Rosalya.
-Felicidades, pues encontraste a tu compañero de compras.-
-¡Correcto!.- Dijeron tomándose de las manos y juntand sus mejillas.
Aplaudi.-Me alegro por ustedes pero... Nathaniel ayer quería que hiciera algo y... Digamos que no le respondí de la mejor manera así que... Bueno, ya saben, adiós.- Me despedí con la mano y salí de la sala, pero al salir mi hombro choco con el hombro de un chico de pelo negro que estaba pegado a una consola.
-Lo siento.- Se disculpo él sin mover su vista de su consola.
-No pasa nada.- Lo mire y sonreí esperando a que se presentará.
-Okey.- Siguió su camino entrando a la sala.
-¿Eh?.- ¿No me va a saludar?... Eso no es una buena manera de empezar eh.-Bueno, a lo que iba.- Entre a la sala de delegados y mire a Nathaniel.-Ya vine.-
-Sí, que bueno por ti.- Siguió en sus papeles.
-¿Lo siento?.-
-¿De verdad lo sientes o lo dices por decir?.-
Suspire casi hartandome de él.-LO SIENTO.- Dije intentando no enojarme.
Alzo la vista de sus papeles y me miro.-Vale.- Suspiro y se levanto.
Entuvimos un buen rato viendo eso, pero al final lo terminamos cuando salí me despedí de Nathaniel y me dirigí afuera a acostarme debajo de un arbol.
Suspire.-Que largo y agotador fue eso.- Me acomode.
-Oh... Sucrette, ¿Te puedo interrumpir un poco?.-
-Claro Lysandro, ¿Qué pasa?.-
-Bueno... ¿Has visto mi--
-¿Libreta?.- Lo interrumpi.
-No, mi lápiz, lo necesito ya que tengo mi libreta.-
-No, no lo he visto pero te puedo prestar el mío.- Saque mi lápiz de mi bolsillo y se lo entregue.
-Muchas gracias.-
-De nada.-
-Se lo agradesco mucho.- Sonrió.-Me retiro.- Se fue.
Me quede un rato más acostada hasta que sentí como alguien se había sentado cerca mío.
-Buenas tardes, ¿te desperté?.- Me dijo un chico de pelo café.
-¿Eh?, no, no estaba durmiendo.-
-Sí lo estabas...-
-¿E-En serio?.- Dije un poco avergonzada.
Rió.-Pero no te preocupes, no pasa nada.- Sonrió.-Soy Kentin.-
-Soy Sucrette.- Me presente.
-Bueno... Yo me tengo que ir ahora.- Me palpo la cabeza.-Adiós.-
Moví mi mano en señal de despedida y se fue.-Mejor yo también me voy.- Me levanté, mire la hora... Me salte las clases por accidente... -Bueno, dire que me enferme y ya.-
-¡Sucrette!.- Dijo Rosalya mientras se acercaba a mí.
-Rosalya.- La abrace.
-¡Esperenme!.- Alexy se acercó y se unió al abrazo.
-Alexy... Esperame.- Dijo el pelinegro acercándose.
-El es mi hermano.- Se separo Alexy y lo apunto.-Preséntate.-
-Espera a que pauso...- Pauso su juego.-Hola.-
-Hola, soy Sucrette, ¿y tú?.-
-Soy Armin.-
-Y... Pues--
Sonó mi celular "Comatose".
-Lo siento, ahora corto.- Cancele la llamada.
-¿Te gusta la música?.- Me pregunto Alexy.
-Sí, me gusta mucho.-
-¿Sabes tocar algún instrumento?.- Intento entrar en la conversación Armin.
-Sí, ¿y tú?.-
-Eh... ¿Vale Guitar Hero?.- Sonrió.
-Sí, eso creo.- Reí.-Bueno, mejor me voy, adiós chicos.- Salí del instituto.
Estaba de camino a casa hasta que alguien me tapo la boca y me llevo a un callejón oscuro, cerrado y desolado. Me destapo la boca y mire a Castiel.
-¿¡Qué te pasa!?, ¡me habías asustado!.-
-¿Qué hacías junto a esos chicos?.- Me pregunto algo... ¿Celoso?.
-Nada... Estás... ¿Estás celoso?.- Sonreí incrédula.
-Yo pregunte primero.-
-Vale, no te puedes poner celoso con tres chicos que acabo de conocer, ni con Nathaniel ni con Lysandro... Lysadro... Pues Lysandro es Lysandro, tú ya sabes.-
Suspiro.-Bueno, tienes razón.-
-Tontuelo.- Le bese la mejilla y me fui de ahí.
Me dí la vuelta mientras lo veía sonrojarse.