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Rubén me acompañó hasta la tienda, compré algunas cosas básicas para sobrevivir por una semana. Pagué todas las cosas y mientras sacaba el dinero de mi billetera, él me sonreía y sabía por qué. Él anteriormente había insistido en pagar pero no lo dejé, digo, es mi departamento y mis gastos.

-Vamos, Rubén.

-Como digas, bonita.

Lo miré feo pero él solo rió. Rubén me ayudó a subir las bolsas a los asientos traseros de su auto. Nos subimos y encendió el auto para conducir calle abajo.

-¿Donde vives?

-Cerca, yo te aviso.

Asintió y cuando ya había avanzado unas calles lo detuve.

-Es aquí.

Detuvo el auto y saqué mis bolsas. Bajó el vidrio del asiento del copiloto y sonrió.

-Creo que aquí nuestros caminos se separan, bonita.

-Si...

-Por cierto, lindo edificio.

Allison asintió nerviosa.

-Gracias por todo, Rubén. Espero que algún día nos volvamos a ver.

-Yo también esperaré con ansias ese día.

-Adios, Rubén.

-Adiós, bonita.

Y Allison estaba nerviosa por una razón y era porque le había mentido a Rubén sobre su dirección. Ese no era su edificio, el de ella estaba enfrente. Y no sabía por qué le había mentido, quizás desconfió un poco de él y es que no lo conocía y sus padres le habían enseñado desde pequeña de no hablar con extraños. Todo era tan confuso ahora.

COLD ~ r.d.g |one shot|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora