8.- Desfilando ando 2/2

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Melani entra y contempla el pequeño apartamento de Joshua.

—Es muy lindo, en serio —Y acaricia a Pikachu.

—¡Gracias!

—¿Es propio?

—Algo así. Apenas salimos del colegio me urgía independizarme, tenía una cuenta en el banco y con mis múltiples trabajos de medio tiempo... Conseguí éste. Es alquilado con derecho a compra, voy a pedir un crédito y ¡boom shakalaka! Is mine.

Ella ríe.

—¿Qué hay de tu familia?

Joshua hace una mueca.

—Muy enterrados.

—¡¿QUÉ?!

—Hey, es normal. Papá murió de cáncer y a mamá el trabajo la consumió. Ellos me tuvieron muy viejos, es el ciclo de la vida —Se encoje de hombros—. Tenía que estar preparado...

—¿Hermanos?

—Fui como un milagro, ninguna mujer tiene un bebé a los 50 años... Además, ¿que más belleza que yo? ¡No!

—Uao.

—¿Qué hay de ti?

Ella hace una mueca.

—El dinero no compra la felicidad.

—Compra licor, que es casi lo mismo.

Ambos ríen.

—Pero no pueden devolverte a tu hermano gemelo —dice con ironía y nostalgia—. Alfredo está aprendiendo a vivir con Tata, nuestra niñera. Lia bueno... Aunque no lo parezca, es una genio. Por algo fue becada en Chile, vino acá fue porque su visa o pasaporte expiraron, no recuerdo bien.

—La primera vez que la vi me dijo que venía de Caracas a estudiar en la ULA.

—Te mintió —dijo sin importancia—. Es la máster en eso. En fin, mis padres tenían mucho trabajo en la capital y como allá hay mejores doctores para Alfredo...

—¿Por qué no fuiste con ellos?

Joshua sirve café para ambos.

—Uhm... Pues, no lo sé... —Alarga las palabras—, me encariñé aquí. Alberto, y ¿para qué negarlo? —Bebe un poco—, Edgar.

Joshua asiente. Bebe del café con desgana, prefiere chocolate caliente.

—Entonces... ¿Lista para irnos? —pregunta cambiando de tema.

—Claro.

Ambos bajan, y cuando notan es que en la entrada del estacionamiento hay una camioneta ford de los años 80 estacionada enfrente. La bocina suena a todo dar, mientras el trío maravilla saluda a los dos restantes.

—¡Qué bien la idea de ir todos juntos, Joshua! —Grita la peliverde.

—Pero si yo no...

Lia lo mira con una cara asesina bien espeluznante.

—Claro, excelente idea —dice traumado sonriéndole a ella y mira a Melani con nerviosismo.

—Espera... ¡¿Wendy?!

—¡Surprais madafaca!

Todos ríen. Edgar maneja, Joshua de copiloto. Las chicas iban atrás preparando todo para disfrutar del desfile, Lia y Edgar pensaron en todo: Bebidas, comida y música.

Edgar mira por el retrovisor a Melani con nostalgia.

Melani se le sale el corazón del pecho al cruzar miradas con éste.

¡Amor! ... Y bardo. (MSB #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora