ESTUPIDOBLAS ❝ elrubius ❞

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Touch

2 meses después

Paso ambas manos por el rostro.

"¡Qué día tan malo...!"

— Qué Rubén haya faltado hoy, por favor, por favor. — Susurro para mí misma. Entro al aula de matemáticas. Jalan mis mangas haciéndome girar por un buen rato. — ¡Detente! — Digo mareada, pero me arrepiento cuando salgo disparada y caigo en el piso.

— ¡Joder, lo siento! — Exclama Rubén preocupado. Le miro seria, aunque le veo distorsionado. Unas chicas me ayudan a levantarme y otras/os se ríen. — ¿Estás bien?

— Gracias. — Les digo a quiénes me ayudaron. Ignoro a Rubén. Tomo un asiento lejano de él. Mi vista da vueltas, cosa que me preocupa, saco mi libreta de matemáticas.

— Jóvenes, me temo que hoy no tendrán clase con su profesor, ya que se enfermó o simplemente quiso faltar, pueden retirarse. — Avisó el conserje, ni siquiera se habías ido y todos festejaron haciéndole sonreír.

Oculto mi rostro con ambas manos, bufo. Unas manos acarician mi espalda, no pienso alzar la mirada.

Él murmura algo que no logro oír.

— ¿Qué? — Pregunto desconcertada.

— Qué me perdones rizada. — Una silla se arrastra, hago una mueca de disgusto por el ruido. — ¿Perdonas a éste tonto?

— Estúpido diría yo...

— Vamos, que Doblas también tiene sentimientos. — Le escucho cerca de mi oreja. — Perdóname. — Susurra y sus brazos me rodean, su cabeza está cerca de mi cuello. De un momento a otro me siento incómoda, aunque por el largo tiempo en que me abraza, comienzo a acostumbrarme y... se siente bien.

— Bien, bien, te perdono. — Deshago el abrazo. Mis ojos se posan en los suyos pero bajo la mirada y bufo.

— Pensé qué lo harías más difícil. — Ríe, alzo la mirada y mi gesto cambia a uno confuso. — ¡Oh sí!, ¿me pasas el trabajo de ayer? — Suspiro.

— Sí, ten. — Le doy la libreta. Él busca la página del último trabajo, aprovecho ese momento para observarlo, después de unos segundos se da cuenta y miro a otro lado.

— ¿Pasa algo...?

"Sí, muchas cosas"

— No, nada, sólo recordé algo. — Saco mi celular para entretenerme, aunque no sé qué aplicación abrir, sólo doy vueltas al fondo de pantalla.

— Bien, entonces... — Bufa. —...no sé porque anotas tantos apuntes, creo que me llevaré tú libreta, ¿puedo...?

— Sí — Le interrumpe sin siquiera mirarle. —, llévatela. — Sigo viendo el celular.

— ¡Oh, muyaya gracias! — Asiento. No escucho nada más, así que giro mi cabeza, unos labios húmedos me dejan un cálido beso en la frente. — Hasta mañana, cuídate. — Se va mientras guarda mi libreta en su mochila. Mis mejillas están todas coloradas por aquel beso, a pesar de que haya sido en la frente.

— ¿Estúpido... Doblas?