Capítulo 25

133 10 2
                                    


A la mañana siguiente me despierto muy temprano, lo suficiente para que Igneel ya no esté en casa pero no tan tarde como para que alguien más esté despierto. La casa es puro silencio. Saco un macuto y meto varias mudas de ropa, sin pensar muy bien qué estoy echando dentro. 

Me visto con unos shorts y una camiseta ajustada celeste, me pongo mis zapatillas y salgo de casa, no sin antes cepillarme un poco el pelo.

Es demasiado temprano para llamar a Laxus,ya que hoy es su día libre, así que antes desayuno algo en una cafetería.

Cuando termino de comer me dirijo decidida a casa de Laxus, llamo al timbre. Tarda poco en abrirme, está en pijama, al parecer he interrumpido su desayuno, no puede disimular su cara de asombro al verme.

-Laxus: Lucy, ¿ocurre algo?

-Lucy: Laxus...Yo...siento haber venido tan temprano, necesitaba verte y aclarar contigo algo.

-Laxus: No tienes que disculparte rubia. Pasa, siéntate en el sofá. ¿Te apetece tomar algo? ¿Has desayunado? Por cierto, ¿dónde vas con ese macuto?

-Lucy: Ya desayuné, gracias. Sentémonos ,así podré contarte mejor.

Los dos nos sentamos frente a frente y Laxus me mira fijamente, interrogándome con la mirada.

-Lucy: Bien, lo que te voy a contar no es fácil para mí, así que te agradecería que no me interrumpieras, por favor.

-Laxus: Claro que sí cielo, dime, no te preocupes.

-Lucy: Uff... Laxus, ante todo lo siento. Eres alguien increíble, me has hecho muy feliz y sé que podrías seguir haciéndolo siempre, pero, como me dijo mi mejor amigo, nosotros hubiésemos sido perfectos si Natsu no hubiera aparecido en mi vida, pero, lo ha hecho...Me haces sentir muy afortunada Laxus, pero con él todo es diferente. Es magia, es pasión, es el más puro impulso, son las ganas que no se agotan, las risas que no se acaban, mi fuerza. No sé como explicarlo mejor... Aún así, no tengo todas de mi parte con él. No sé si confío en Natsu, Igneel no está a favor de esto, y el hecho de hacerte daño a ti me frena mucho...Aún así, aún sin saber qué va a pasar con él, quiero ser sincera contigo, no mereces sufrir, no mereces a alguien que no te dé el 100%, y yo no puedo. Espero que me comprendas.

-Laxus: Lucy...

No soy capaz ni de mirarle a los ojos, me siento fatal.

-Laxus: Lucy no seas tonta. No tienes que disculparte, ni si quiera sentirte mal por mí. Sé del sentimiento que me hablas, esa locura sin frenos. Yo la tuve una vez...Y como sé que es eso, jamás podría pedirte que renunciaras a eso por mí, al revés, disfrútala, porque si dura, te dará la mayor de las felicidades y yo solo quiero que seas feliz, lo mereces.

Sin contenerme me lanzo a sus brazos. Estoy llorando nuevamente, es tan bueno, no le merezco.

-Lucy: Gracias, no tengo palabras.

-Laxus: Tranquila cariño, yo arreglaré con Igneel todo lo del compromiso, tú solo relájate e intenta ser feliz.

-Lucy: Gracias de nuevo Laxus. Ahora, debo irme.

-Laxus: Cierto. ¿Dónde crees que vas?

-Lucy: Necesito despejarme. Por favor, no digas que me viste. Yo iré avisando de que estoy bien.

Después de un rato de pelea con Laxus, quien no cree que esté bien que me vaya y tenga a todo el mundo preocupado, le consigo convencer y me escapo corriendo de su casa.

Ya en la estación cojo un autobús que me lleve hacía la playa, avisé a Cana de que llego en dos horas, ella estará allí esperándome.

Durante el camino me quedo dormida, me despierto unos minutos antes de mi parada porque el teléfono suena. Es un mensaje. Es Natsu.

"Luce...¿Dónde estás? Sé que el día de ayer no fue fácil, pero te escuché salir de casa esta mañana, y han pasado varias horas desde entonces. Vuelve ya, si quieres podemos comer juntos y hablamos del tema".

No le contesto. No puedo hacerlo. Al minuto me vuelve a mandar otro.

"Oe Luce, sé que lo has leído. ¿Ocurre algo?"

Sigo ignorándole. Entonces me llama. Le cuelgo. Decido escribirle, sino el acoso será mayor y necesito tener el teléfono encendido por si debo llamar a Cana.

"Natsu estoy lejos. He decidido irme unos días. Necesito de mí misma. No te preocupes, llamaré una vez al día a Igneel para decirle que estoy bien. De momento ya le puedes avisar de que no sé cuando volveré, que ya mañana le llamaré o mandaré un sms para decirle como estoy. No me llaméis ni me acoséis a mensajes, no os voy a responder, de hecho, tendré el teléfono siempre apagado. Intenta pensar estos días tú también".

Al segundo me responde.

"Luce...No puedes hacerme esto. ¿Sólo voy a saber de ti por Igneel? Te voy a echar de menos..."

Desde la ventanilla del bus ya puedo ver a Cana, así que, haciendo de tripas corazón, apago el teléfono sin contestar a Natsu. Debo concentrarme en volver a ser yo, para así saber que quiero hacer con mi vida.

Bajo del autobús y Cana me espera con los brazos abiertos y una enorme sonrisa. Esto es lo que necesitaba.

-Cana: ¡LUCY! 

-Lucy: Hola Cana! Estás guapísima.

-Cana: Pues anda que tú. No sabes lo que me ha alegrado recibir tu mensaje, espero que te quedes muchos días aquí conmigo, te echaba de menos.

-Lucy: Gracias Cana, yo también a ti. Necesitaba una buena dosis de Cana-Lucy.

Las dos reímos sonoramente.

-Cana: ¡Ya sé! Esta noche nos ponemos guapas y vamos a celebrarlo bebiendo unas copas por ahí.

-Lucy: Cana...siempre estás igual jajaja.

-Cana: jajaja Lucy, sabías a lo que te enfrentabas. Por cierto, tienes que contarme que te trae por aquí.

-Lucy: Si tú supieras...

Cana y yo nos alejamos hacía su casa. Pobre Cana, no tiene ni idea de todo lo que le tengo que contar.

DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora