El secreto del pasado

1.- Cuss

Hoy tendría que ir la veterinaria por el cachorrito, un pequeño labrador que viviría con nosotros desde su segunda semana de nacido, les comuniqué a mis padres y a Ferdy después de preparar todo para la adopción. Ellos se habían alegrado con la idea del nuevo integrante de la familia, nos agradaban los animales sobretodo los perros.
Papá había tenido varios compañeros a lo largo de su vida y nos había compartido sus historias desde que Ferdy y yo éramos muy pequeños. No habíamos tenido otro después de Hush, fue un gran compañero para todos, era un Pastor Alemán, pero llegó a ser viejito y murió. Junto a Fer habíamos pasado nuestra niñez llena de aventuras, nos cuidaba, jugábamos juntos a la pelota , a las carreras, lo echaba de menos desde que se fue.

Ya eran las 7:00am y me estaba alistando decidiendo por la ropa de llevaría hoy, al final estuve lista con unos jeans cortos y una blusa blanca de verano junto con mis alpargatas preferidas. Tenía el cabello recogido en una cola alta, coloqué mi monedero, la cadenita que había comprado para mi nuevo amigo y unas galletas también en mi bolso y salí de casa despidiéndome de mamá con un beso en la mejilla.

Empecé a caminar, me gustaba hacerlo, más que ir en un auto prefería ir visualizando el lugar por donde iba, buscando rutas distintas y distinguiendo nuevos lugares para visitar. La mañana era tranquila, solo había algunas personas haciendo deporte, otras saliendo para el trabajo, los vecinos personas regando el jardín y entre todos ellos vi a un perrito, era negro de pelaje brilloso, con ojos llamativos y alegres, al parecer su dueño lo había sacado a pasear. No lo había visto antes por aquí pero me hizo imaginar un hecho así con quien iba a buscar.

Me encuentro ansiosa por ver ya a ese pequeño, quiero cargarlo y llevarlo conmigo a compartir una aventura en familia, un vida hasta que Dios nos lo permita juntos. El nombre que tengo pensado le agradará a todos, no es muy común y quiero que sea especial para nosotros.
Se acerca Carmen, la encargada de cuidar a los animales aquí y con un beso feliz me entrega a Cuss, noto mucha emoción en sus ojos y yo sólo siento una chispa de conexión al tener en mis brazos a esta bolita de pelos algo tímido al olfatearme.

-Es el cachorrito menor, tiene un poco de dificultad aún para caminar solo y está empezando a reconocer todo lo que sus ojos le muestran alrededor .- dice con una sonrisa que deja a notar todos su perfectos dientes.

-Lo tendré en cuenta, muchas gracias por cuidarlo y por dejar que lo lleve conmigo, ha sido un gusto venir hasta aquí y encontrármelos .-Le digo, devolviéndole la sonrisa y tomo de mi bolso el dinero correspondiente por los juguetes que había separado para Cuss, al igual que ella me entrega la cartilla para sus vacunas y cuidado.

-Los estaré esperando por aquí para ver el crecimiento de este pequeño .-Me entrega una tarjeta suya con los datos de la veterinaria, atrás tiene anotado su nombre y su número. Me pidió ser la que lo atienda especialmente, a lo que yo acepté agradecida.

-Nos verás pronto, la vacuna le toca en unos días y quizá venga en mi reemplazo mi hermano- Me despido de ella con una sonrisa divertida y salgo con Cuss del lugar.

En el camino no dejó de olfatearme y mirarme a los ojos, los suyos lucían algo tímidos. Por lo que me animé a detenerme en una cafetería. La azafata me tomó el pedido y al poco rato estaba tomando una taza de leche y pedí porfavor que colocara la mitad en un vaso pequeño aparte para así compartirlo con Cuss.
Me agradaba ver que disfrutaba de la leche, me pongo a pensar en los otros cachorros e imagino una escena tierna de todos juntos al lado de su madre y el padre, realmente linda en mi cabeza.

Cuando llegamos a casa todos recibieron con abrazos y besos llenas de ternura y alegría por la llegada de nuestro integrante, ya nos veíamos celebrando su primer mes, llevándolo a jugar al parque con la pelota, haciendo carreras con Fer, yendo a la casa de campo, visitando a los abuelos allí y preparando un lugar en la casa del árbol como su espacio.
Por la tarde dejé a Fer en casa cuidando de Cuss, hoy era su libre en el trabajo y se ofreció a acomodar su casita en el jardín, también a alimentarlo mientras yo iría por los últimos preparativos de mañana, mi fiesta de cumpleaños.