Un nuevo camino

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Nuestra nueva vida... después de caminar de sol a sol por el ardo desierto llegamos a las fronteras de una ciudadela menor, teniendo 6 años de edad conseguimos vivir un día más. Al entrar no recuerdo con precisión todo lo que sucedió, mi mente estaba bloqueada y yo apenas podía mantenerme de pie, la voz de una mujer nos hablaba queriendo saber si seguíamos vivos, nos recogió de las calles, nos trajo a su casa, ella no sabe que soy un Jeaker, Jayden me explicó que engaño su mente haciéndola creer que era sólo un niño normal. Me ha salvado la vida, en la ciudadelas no se tiene permitido vagar por las calles, es delito y condena de muerte por acto de herejía e imperfección. Nuestro sistema político es una escoria; la perfección son nuestros ideales, sus ideales. Tengo frente a mi el porque de la muerte de mis padres, sucedió la llamada «Depuración», a la mínima oportunidad de conectarnos a la red investigamos al respecto: se registraron altos niveles de imperfecciones en la ciudad. Se vieron obligados a enviar a los «Inquisidores de la Divinidad» para erradicar a los impuros. Toda la gente discapacitada, vagos, niños con bajo nivel intelectual, los adultos mayores que no sirven a la ciudadela, homosexuales, enfermos, todos ellos, sin importar género o edad, son aniquilados, y sobre todas las cosas, a los primeros que buscan, los Jeakers, sean bebes o mayores, todo aquel que trate de protegerlos son condenados a muerte, mis padres hicieron lo posible por esconderme, ahora entiendo todo, como ellos utilizan una excusa para extinguirnos.

Es la razón por la que el acto de mi salvadora la valoro, arriesga su vida al mantenerme con ella y los demás, no vivo solo, algo que siempre olvido, debo convivir con más niños como adolescentes rescatados. Aunque, por su integridad mental me aparte de ellos, que de ante mano, la mitad los tengo en la mira, seres tan odiosos, dudo que una personal normal los soporte.

Yo ya tengo 16 años, la edad suficiente como para darme cuenta en el mundo que me encuentro. Él y yo buscamos la manera de mantenernos en esta ciudad, con los años he aprendido sobre nosotros los Jeakers, el día que hablé con aquel sujeto me di cuenta de que no soy el único en una gran odisea.

-Vamos Jacob, no debes culparte tanto por lo actos humanos.- me interrumpe los pensamientos.

-Sigo sin superar el pasado, es sólo que... no me siento bien hoy.-

-Vayamos a dar una vuelta.-

-¿Para repasar las atrocidades que hay afuera?, prefiero pudrirme con ellos.- señalando a mis compañeros.

-Ella se acerca.- me advierte.

Entra Evelin, el nombre de la señora de la casa, se aproxima con la cara amable que lleva en el rostro todo el tiempo.

-Chico, sé que ya eres mayor, pero va llegar el momento en que otro ocupe este lugar, entiendes.- asiento respondiendo. -Necesito que estudies, trabajes o ayudes, es por su bien.-

-¿Qué se supone que haga al estudiar?- pregunto curioso, nunca lo he escuchado.

-Vas a un lugar donde te adiestran, te enseñan los diferentes campos, aparte, te prepararan para trabajar.- todo lo he aprendido de Jayden y mis experiencias, la idea no me agrada.

-Entiendo.- tengo que aceptar, puedo poner en riesgo su vida, más de lo que ya está.

-Perfecto, hijo, mañana empiezas, hablare con el coordinador del lugar para inscribirte.-

Se retira con una sonrisa, todo me dice que es una terrible idea.

-Son las llamadas escuelas, o así era desde que se convirtieron en campos de concentración.- otra vez ese tono burlón.

-¿Quieres asustarme?-

-Es peligroso ir a ese lugar, no es como antes.-

-Lo dices como si lo hubieras vivido.-

Era de las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora