Capítulo 22

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Narra Exi

Habían pasado varias canciones y el sol comenzaba a ocultarse dejando el cielo mas claro. Gente pasaba y pasaba, pero no había señal de Hiipo, desbloquee el celular y vi la hora... 6:25 pm.

Mande varios mensajes, pero no obtuve respuesta y por alguna razón las llamadas no entraban ¿Me dejo plantado? No, es imposible...no me haría eso ¿o sí?

Pero...¿Si le paso algo? no entran mis llamadas, tengo que ir a buscarlo...pero si viene al final y no me encuentra estaremos en las misma.

Volví a sentarme en la banca y mire para todas direcciones, pero no lo vi.

[...]

¿La hora? no la sabía, mi móvil ya no tenía batería, pero seguro eran más de las 8 de la noche.
Quería irme, pero mi corazón no me dejaba ir, estaba claro que no vendría, pero no quería aceptarlo.

Tenía frió y mis lágrimas se secaban inmediatamente al salir de mis ojos, estaba abrazándome pensando que así el frió seria menos, pero no era así.

Escuche pasos acercarse, pero supuse que serían de alguna persona que solo paseaba a su mascota o algo por el estilo, pero vi cómo se paró frente a mi y levante la mirada.

Vi a Hiipo con la respiración agitada y se veía preocupado, se tiro al piso y me abrazo, pero lo aparte.

Se veía bien, no se veía que le hubiera pasado nada ¿por qué lo espere? ¿por qué no vino?

—Dime que surgió algo mas importante como para dejarme aquí y no contestar mis mensajes—baje la mirada y espere a que me diera una explicación.

Lo mire, pero bajo la mirada y se mordió el labio ¿está buscando una excusa? no sabe que decirme...

—¿Eso es todo? Estuve horas esperándote llegas y no dices nada— me levante y empecé a caminar en dirección a mi casa, tenía frió y hambre. Hiipo me había lastimado ¿cómo podía jugar con mis sentimientos de esa manera? Yo lo único que he hecho es tratar de que este bien y no piense en ese idiota y a mi me trata como debería tratarlo a él.

Seguía caminando y sentí unos brazos rodearme por la espalda me gire y ahí estaba el motivo de mi tristeza... ¿llorando? ¿Hiipo estaba llorando? Por mas que me sintiera lastimado no podía dejarlo así, lo abrace tratando de calmarlo aunque creo que debería ser al revés.

—Perdóname te juro que no era mi intención dejarte aquí, yo si quería venir, pero tuve que...ayudar a David— No sabía si creerle, pero estaba llorando y no podía no creerle y dejarle así.

—Ya, tranquilo entiendo—seguía abrazándolo y me sentía bien estando así a su lado, pero a pocos minutos el me aparto y me dedico una sonrisa lo cual me tranquilizo pues ya se encontraba mejor.

—Pero no pienso dejarte sin cita—no me dio tiempo ni de reaccionar me puso su sudadera, me tomo de la mano y me jalo en dirección al centro comercial, cualquiera diría que me llevaba a la fuerza, pero es que íbamos casi trotando y él me iba jalando de la mano lo cual lo hacía mas extraño.

—¿Me dirás a donde vamos o voy gritando para que alguien me salve?—pregunte entre risas ya que la gente se nos quedaba viendo raro pues eran casi las 10 de la noche y muy pocas tiendas seguían abiertas.

—Calla y espera—se detuvo frente a un pequeño restaurant de comida Japonesa ¿desde cuándo la comida Japonesa era romántica? me quede esperando y después salió Hiipo con el chico del restaurante.

—Bueno... pues sé que no es lo más lindo del mundo, pero sé que te gusta la comida Japonesa y bueno él es Luis un amigo el cual nos dará permiso de estar aquí hasta tarde así que pide lo que quieras y déjame arreglar el error y daño cometido—no podía creer la linda acción de Hiipo y mucho menos que su amigo aceptara que estuviéramos hasta tarde...

ExiipoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora