Exiipo

Capítulo 11

Narra hiipo

—¿Tú eres idiota o masoquista? — pregunto una voz enojada.

—Encantado de hablar contigo— dije sarcástico.

—Déjate de tonterías, explícame como es que sigues con Ollie después de lo que te hizo— se le escuchaba muy enojado y algo triste.

—David...primero que nada... No te metas en mi vida, si sigo con él es porque nos queremos y él ya me explico cómo fueron las cosas.—

—¿Que no me meta en tu vida?— preguntó bastante indignado. —Ok, pero no me vuelvas a pedir consejos para mantener segura su maldita y falsa relación ¡Abre los ojos!— término diciendo casi a gritos.

—Celo...espera no era lo que yo quería decir— dije rápidamente tratando de calmar las cosas.

—Era lo que querías decir. No digas nada más, cuando abras los ojos y te des cuenta del error que estas cometiendo me hablas a ver si sigues pensando igual— fue lo último que dijo antes de colgar la llamada.

No puedo creer lo que acaba de pasar; primero Exi y ahora Celo...

Tome mi celular y le marque a Ollie, era la única persona que sabía que no me trataría mal. No solo éramos pareja, también éramos mejores amigos.

Llamada.

¿?: ¿Hola? — pregunto una voz de... ¿chica?

H: ¿Quién eres? — pregunte extrañado.

¿?: Graci...¿Quién eres tú? — pregunto y logre escuchar la voz de Ollie "dame el móvil"

H: Ollie!!.- grite a lo cual la chica pegó un grito y se escuchó un ruido molesto.

O: ¿Hola?
pregunto por fin la voz que quería escuchar.

H: Hola amor...
dije un poco triste. ¿porque estaba con una chica?

O: Hola Hiipo...¿qué pasa?

H: ¿Quién es ella?
pregunte ya mas serio.

O: Ella...bueno, ella es...una amiga — se escuchó algo nervioso...
 —¿Amiga? — se escuchó una voz molesta al fondo.

O: Hiipo hablamos después, tengo cosas que hacer

H: Ok te am... No alcance a decir nada. Ya había colgado.

¿Me está engañando? No, no puede ser.
Tengo que confiar en él...

Mi día era una mierda, no sabía qué hacer. Marque el número de Exi unas 5 veces, pero nadie contesto. Odiaba tener que pensar que él podía tener razón.

Narra Ollie

Me sentía mal por mentirle a Hiipo, pero no sabía cómo decirle la verdad. Cómo lastimar a la persona que tanto quieres, pero era mentira, ya no lo quería por lo menos ya no como antes. Hiipo era mi mejor amigo desde hace años y mi pareja desde hace un año. Bueno formalmente empezamos hace unos meses.

—¿Cómo que Amiga?— Pregunto Graci algo molesta.

—¿Qué? Eres solo una amiga— conteste molesto, no entendí porque se molestaba, estábamos saliendo para ver qué tanta química teníamos, no porque fuéramos algo.

—¿Quién es ese tal Hiipo?— pregunto mientras miraba para otro lado.

—Mi...Ex pareja— dije algo dudoso pues no era verdad, aun no terminábamos, no me atrevía a decirlo. Yo fui la persona que le hizo volver a sonreír después de lo que sufrió por Sofía y ahora yo se la quitaría al querer terminarlo, pero era necesario. No puedo andar con alguien por el cual ya no siento nada.

Tenía que hacer algo inmediatamente, estaba saliendo con chicas a sus espaldas y no podía seguir haciéndole eso.

—Me tengo que ir— le dije a Graci y salí corriendo, escuche que ella gritaba mi nombre, pero no voltee a verla.

Me dirigí a la estación del tren, si iba a terminar con Hiipo lo iba a hacer correctamente. Tome un tren a Sevilla y me acomode en un asiento. Era momento de hacer las cosas bien y no quedar como el malo de la película. Le regrese la sonrisa a Hiipo y se la iba a quitar, pero si lo hacía, lo haría correctamente y no de esta manera.

[...]

Llegue unas horas después, era de noche por lo que decidí tomar un taxi, por suerte llevaba mi tarjeta de emergencia y saque dinero en un cajero cercano. Llegue a la casa de Hiipo y para ser sincero no estaba mentalmente preparado, pero era necesario.

Toque la puerta y me abrió la madre de Adrián. Se sorprendió de verme y me invito a pasar y justo al entrar ahí estaba él...sentado en la sala viendo el televisor. No iba a mentir aun me gustaba, pero ya no sentía el mismo amor de antes.

—Mamá ¿quién era?— pregunto y volteo al lugar donde estaba.

—Hola— sonreí y el corrió a abrazarme.

Correspondí el abrazo y le pregunte si podíamos hablar en privado, subimos a su habitación y los nervios ya me estaban matando.

—Hiipo...yo— dije algo nervioso.

—¿Terminaras conmigo?— pregunto con una voz triste

¿Cómo lo sabía? Al ver sus ojos no pude evitar abrazarle y llorar, no soportaba verlo así, al borde de las lágrimas. No sabía que decir, primero lo hago feliz y ahora lo hago sufrir.

—Perdón... — fue lo único que pude decir.

—Vete... — me alejo de él y me dio la espalda. —Exi tenía razón... —

No entendí porque dijo eso, pero no sabía qué hacer, solo me fui de ahí, no tenía más que hacer, ya había hecho lo que tenía que hacer y no había vuelta atrás...