Un nuevo mundo

Al ataque

- Os recordamos que esta tarde no habrá clases, por tanto seréis libres de ir a la ciudad y comprar cualquier cosa excluyendo drogas- algunos le rieron el chiste-, alcohol y tabaco.

Todos aplaudieron y gritaron de la emoción. Me giré hacia las chicas, que estaban a mi lado derecho y me incliné hacia ellas.
- Es nuestro turno para ir a comprar las cosas suficientes para la venganza.
Al mediodía subiremos a nuestras habitaciones y cojeremos diez euros(o dólares, o lo que sea en vuestro país) y quedaremos a las puertas del autobús para ir hacia la ciudad. ¿Qué os parece?
- Genial, pero, ¿como haremos para que no sepan lo que hemos comprado?-me pregunto Juliette.
- Eeeh, ¿que tal si nos llevamos las mochilas vacías?
- Ahora ya está todo perfectamente perfecto.
Salimos las seis de la clase y miramos nuestros horarios, a mi me tocaba entrenamiento cuerpo a cuerpo.

-No se vosotras, pero a mi me toca entrenamiento.
- A mi me toca historia de los mutantes y después control de los poderes- dijo Zoe-. Creo que el miércoles y el viernes son los días de clases raras.
Cada una se fue por el lado correspondiente, yo me fui por la derecha y empecé a caminar, las aulas estaban clasificadas según el tipo de aprendizaje, podriamos decir que las divertidas siempre estaban hacia la derecha y las aburridas hacia la izquierda. Seguía andando por el pasillo sin encontrar ninguna aula que pusiera: entrenamiento cuerpo a cuerpo.
- La clase se da a fuera, ya hace cinco minutos que ha empezado, tienes que ir a por el casco de moto y bajar.

Me giré asustada para ver quien era, un chico de pelo negro al estilo emo y unos ojos verdes estaba justo detrás de mí.
- Ammm, ¿gracias? Esto, ¿como te llamas?
- Me llamo Rubén.
- Vaya, me alegra saber que no soy la única de aquí que va de negro. ¿Como sabías que buscaba la clase?
- Leo mentes y voy a mucha velocidad.
- Que chuuloo. ¿Me llevas a buscar mi casco?
- Si, espera, que voy a por el mío.
Desapareció un momento y volvió a aparecer dos segundos después con un casco negro en la mano.
- Subete a mi espalda, donde está tu habitación?
- Segundo piso a la izquierda, recto y de nuevo a la izquierda.
Vi pasar todo a una velocidad increíble, el viento me despeinó, pero en menos de dos segundos estaba en frente de la puerta 117. Me bajé de su espalda, y corrí hacia la puerta 115, saqué la llave de la mochila abrí la puerta y me fui directa hacia el armario. Abrí las puertas caoba de par en par y , como era un casco, no fue difícil de encontrar. Salí de mí habitación y me volví a subir a la espalda de Rubén.
- Arre caballitoo- él rió y segundos después ya estábamos en el patio de afuera.
- ¡Señorita Jay! ¡Bajase de inmediato de la espalda señor Connor! ¡¿Señor Connor, me puede explicar que esta pasando?!
- Verás, es que se perdió, la vi, y la ayudé a ir a buscar su casco para poder llegar a tiempo a clase.
La profesora pareció pensarse algo y después asintió.
- Bien, la próxima vez llevanse el mapa que dimos señorita Jay. ¡Ahora por parejas!- miré a Rubén, que al parecer también me estaba mirando a mi y me puse delante de él - ¡Ahora mirarme y poneros en posición de lucha!- imité su posición- muy bien, ¡Señor Colton, ven y atácame!- el chico se acercó a la profesora y le dio un puñetazo, pero justo antes de darle la profesora paró el golpe y le dio a el alumno un puñetazo(no demasiado fuerte)- ¡Esto es lo que haréis! ¡Cada uno diez veces!

Al principio él me golpeaba antes de que yo pudiera pararle el puño, así que decidí utilizar su propio poder para que no me diera más veces.
- ¿Cómo has echo eso?
Me reí por lo bajito.
- Es un secreto.

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Juliette, Alicia y yo subimos al segundo piso mientras que las demás iban al cuarto piso. Corriamos por los pasillos y cada vez que pasaba algun profesor fingiamos que estábamos caminando. Habitación 115. Alicia sacó su llave del bolsillo trasero de su pantalón y la introdujo en el pomo de la puerta. Todas fuimos corriendo hacia nuestros respectivos armarios, saqué la maleta de su sitio, la abrí y en uno de los bolsillos saqué 10 euros (pesos, dólares o lo que sea). Después vacié mi mochila y puse una botella de agua.
- Yo ya estoy.
- Yo también-dijo Juliette-.¿Alicia?
- Un momento. Ya está. Vámonos.

Bajamos corriendo las escaleras y nos fuimos hacia el autobús. Las demás aún no habían llegado. Un minuto después aparecieron corriendo y gritando a lo loco.
- ¿Hace mucho que esperáis?-preguntó Astrid intentando recuperar el aliento.
- No, no os preocupéis. ¿Lo tenéis todo?
- Si- diejeron al unísono.
- Pues subir, vamos.

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Holiii,
cómo estáis? Espero que bieen...
Adelante, me podéis matar.
Espero que el sensual y bonito emo os guste(foto multimedia).
Bexitooxx :)
hac310