Recién había cumplido los 16 y que mejor manera de celebrarlo con los amigos que yéndonos de fiesta (de botellón) y que luego cuatro de mis amigas se vinieran a dormir a mi casa.
La tarde estuvo tranquila, salvo que llegamos una hora tarde a la quedada y no terminamos ninguna bien.
La fiesta realmente comenzó cuando llegamos nosotras con las bolsas llenas de vasos y alcohol para todos.
Bajamos a un pequeño descampado donde se podía pasar desapercibido, estaba al lado de una carretera pero por suerte tenía una valla lo suficientemente alta que cuando uno estuviera uno borracho no intentara saltar y suicidarse acto seguido.
Estábamos un total de quince, seis de ellas eran mis amigas.
Me quedé con una botella, y empezamos a jugar al "yo nunca" no puedo contar mucho más porque no me acuerdo, el último recuerdo fue a mi amiga vomitando, yo dándole la mano a un chico y acto seguido despertarme por la mañana rodeada de mis amigas.
Por lo que me contaron estuvo bien aunque hubo un poco de desmadre, así que la próxima vez, si es que hay, intentare acordarme y poder contarlo.