Todo era movimiento,
todos eran luces que pasaban y transitaban sin turno alguno.Miré hacia la nada ignorando mi alrededor,
ignorando el sonido,
ignorando que me sentía de la chingada,
y solo pensé en tus ojos.No sé si fue la mota,
no sé si fue el alcohol o simplemente tú el que me sacaba de mi órbita y hacia colisión con otras neuronas recién muertas por la inevitable ingesta.Quedaban pocos minutos para las doce, y solo quería saber si tendrás en mente que todavía existe ese sentimiento.