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Arrastro mis pies por el cemento de la eterna e infinita carretera.

Una gota de sudor resbala por mi sien.
Mi rostro debe de ser brillante gracias a la transpiración, igual que todo mi cuerpo.

El sol pega muy fuerte. El calor es infernal. Entrecierro los ojos para ver un punto fijo. Nada.

Mi garganta está seca a causa de la falta de agua. Tengo mucho apetito. Supondrá haber bajado 5 kilos desde lo sucedido. Se nota mucho.

Me digno a hablar. Mi voz sale grave y siento que me raspan por adentro.

- ¿Cuántos kilómetros faltan, Ash?

- 87 kilómetros.-Responde la muchacha.

- ¿Podríamos descansar? Hemos caminado durante horas.

- Pues más tarde llegaremos a San Francisco.

- En serio...Necesito...Necesitamos parar un rato.-Me inclino y apoyo mis manos sobre mis rodillas. Siento como una gota baja por mi frente.

- ¡Y una mierda, Joel! ¡Si nos detenemos más tarde llegaremos!

La muchacha se gira bruscamente hacía mi. Su rojiza cabellera va desaliñada, tiene grandes sacos bajo sus ojos, una cicatriz en su mejilla y sus labios están secos.

- ¡Ashley! Reacciona...¿Cómo quieres llegar allá sin siquiera haber comido nada? O dormido un par de horas. Siquiera haz bebido algo de agua.

- Estoy bien.

- Ash...

- ¡Que estoy bien...! Joel...-Se agarra la cabeza y cierra los ojos.

- ¿Ash?

- Estoy bien...Sólo sigamos...movi...-Se tambalea un poco. Parece que va a caer. Y estoy en lo correcto, porque justo eso hace.

- ¡Ash!-Corro hacia ella y logro atraparla antes de que caiga al piso.- Mierda.-Apreto los dientes.

Esta inconciente. Se desmayó.

Me ajustó la mochila y la llevo en mis brazos hasta salir de la calle. No pesa mucho, es como una pluma, ya que ha estas circunstancias es casi raquitica, así que no hay problema.

Precuro no alejarme mucho de la carretera. Sólo unos 25 metros de ella, recto. Fácil de llegar en caso de cualquier cosa.

La pongo cuidadosamente en el suelo, luego de tender un saco de dormir en la tierra. Allí acomodo a Ashley.

Necesito ir a buscar comida. Pero no puedo llevarmela conmigo. Necesita comer urgentemente.

Me debati por varios minutos que hacer que me decidí.

Me agachó y abro mi mochila. De esta saco unas cuerdas que logramos sacar de los cuellos de personas...Lamentablemente y otras las hallamos por ahí. También sacó unas latas de comida que he estado acumulando en mi bolso.

Hay unos cuantos árboles delgados alrededor nuestro, me acerco a ellos y los sacudo. Pueden aguantar.

Ató la cuerda rápidamente alrededor de ellos y posteriormente cuelgo unas cuantas latas hasta cubrir una pequeña área en la que se quedara Ash.

Pongo mi pie en la soga. Las latas suenan. Perfecto.

Sin embargo se muy bien que esto no mantendrá a Ashley con vida mientras yo no este. Los Miedos atacan si logran verte o te mueves. También se que ella no despertara en un par de horas. Lo cual es suficiente para mi.

Alguna vez Derek me dijo que también podían olerte. Lo dudo, pero no deseo correr riesgos.

Así que le arranco algunas hojas a los árboles (acacia nilotica). Tienen olor.

Apocalipsis. ◆◇◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora