Capitulo 4

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El silencio abundo en la habitación, de no ser por Tweek de seguro todo el pantalón tendría un olor a refresco toda la velada. Al cabo de unos segundos el orbes verdes conecto miradas con las del individuo, notando inmediatamente aquel líquido que caía de la camisa a los pantalones. 

-Craig...

-¿Sí?

Para el muchacho manifestar la situación le origino mucha presión, lo que si pudo hacer es señalar lo que ocurría y por fin el contrario opto por verse a si mismo y paro de verter el líquido, ya casi no quedaba nada. El rubio no se quedo atrás y fue por algo para limpiar el desastre, tal vez un acto muy inocente de su parte por lo que paso a continuación. Como si Craig no tuviera problemas ahí abajo, no espero que éste pasara el paño por su amiguito, que de por si andaba interactivo, se escucho un gemido salir de los labios del chico, los cuales trato de parar mordiéndose el labio inferior, no soporto la manera en que Tweek lo hacía y sin querer le dio un beso. 

Se aprovecho totalmente del momento y se tiro encima de Tweek, todavía besándolo, lo que no espero el chico fue ver la acción de rechazo que hizo el rubio.

-¡Mmph! ¡C-Craig sueltame!  -Forcejeaba lo posible pero no daba resultados.

-Tweek, ya no puedo dejarte ir...

Lo que menos deseaba el azabache era dejar escapar el momento, aunque, ni duro mucho, pues Tweek no es un debilucho y se defendió, si defender se puede llamar a darle una cachetada más fuerte que golpearse en el dedo chico del pie. 

Lo tengo...

Lo tenía...

Ya no lo tengo...

Mientras tanto en la cabeza de Tweek.

¡¿¡OH DIOS PERO QUE HICE!?!!

¡¡SEGURO ME VA A MATAR!!

¿PERO ENTONCES POR QUÉ ME BESO?...

ESPERO NO SEA PARTE DEL GOBIERNO

¿¡O SI?!

Aunque igual no estuvo tan mal... ¡GAH! ¡DEMASIADA PRESIÓN!

Tweek sentía un nudo en la garganta y no quiso mirar a Craig de nuevo, ya no lo valía, si podría salir de ahí ya lo hubiese hecho, pero, ahí seguía, con sus ticks nerviosos que fueron la causa de que el azabache lo besará en un principio, fue todo menos para tranquilizarlo.



Así de solos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora