Capítulo 5

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Luego de unas 5 horas en el evento ya llegaba la hora para sólo los adultos dónde habrían bandas y mucho pero mucho alcohol, me la pase con los cabros y en especial con el Naiko que no dejaba de mirarme con sus típicas caras raras, recibí un mensaje por whatsapp y era el Bestia avisando que iba en camino a hablar con el pobre del Pesho, me despedí del Naiko y fui a una banca donde estaba el Pesho hablando por celular.

-Okey adios- dijo cortando algo enojado

-Hola, como estas- dije arreglando mi peluca

-Bien mi niña- dijo tomando un sorbo de su cerveza

-Porque tan solo- dije

-Estaba pensando- dijo triste

-Y en que se podría decir- dije mirando el suelo

-En el weón del Bestia que esta comportándose muy raro- dijo y dio un suspiro

-Sabes yo también lo noto algo raro- dije

-Yo no estoy raro- dijo el Bestia apareciendo de la nada

-Claro que si sólo que no me dices que te ocurre- dijo el Pesho mirándolo enojado

-Es personal- dijo el Bestia

-Soy tu pololo no un maldito adivino- dijo el Alexander parandose

-Ya no te enojí si igual la weá no es para tanto- dijo el Bestia

-Me enojó porque no eres igual que antes- dijo el Pesho y me di cuenta que el Naiko, el Nico, el Edgar, el Manuel y el Jaime se acercaban a sapear

-Mira estoy raro porque quiero que terminemos- dijo el Bestia alejándose de el

-Que...- dijo el Alexander confundido

-La weá que escuchaste poh- dijo el Bestia  enojado

-Pero...porque- dijo el Alexander tocando su pelo

-Porque me comenzaron a gustar las minas- dijo el Bestia mirándome

-Eso quiere decir que nunca te gusté- dijo el Pesho empujándolo

-Si me gustaste y me gustas sólo que eso cambio- dijo el Bestia

-Bien términos, ya no me hables y no vengas después a arrepentirte perro culiao- dijo el Pesho llorando

-Okey ya me voy- dijo el Bestia mientras que todos los que estábamos presentes nos acercamos el Alexander

Lloramos los dos abrazados mientras que los demás nos miraban, el Pesho se relajó y se fue dejándome con los demás, seguimos en el evento y luego de unas 2 horas nos aburrimos así que el Edgar se ofreció ir a dejarme, íbamos en la micro conversando hasta que en un lomo de toro hizo que cayera entre medio de sus piernas haciendo que todo el momento de amistad se convirtiera en perversidad.

-Oh...mierda perdon- dije sonrojada

-Ah cochatumare casi....-dijo sonrojada

-Casi que- dije confundida

-Casi me aplastay mis bolitas- dijo riendo

-Te hubiese dejado sin hijos- dije tapando mi boca

-No....mis hijos no...- dijo y el conductor nos quedó mirando

-Puta sorry- dije

-Conductor hijo de la perra- dijo haciendo una voz rara

-De cuando así esa voz- dije mirándolo raro

-El Nico culiao creo esa frase- dijo riendo

-Ah....hahaha la weá rara de voz- dije sacandome la peluca

Oportunidades (Edgar&Tu)|pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora