Babysitter - hemmo [español]

0.2

Habitualmente en la escuela, sobretodo en las clases de matemáticas, la jirafa rubia no paraba de molestarme. Íbamos a tener un examen sorpresa y nos alegramos al saber que en realidad no habría ninguna lección. Aprovechando el momento, saqué mi teléfono y leí la dirección.

[...]

Mientras caminaba por allí, me perdí un poco entre las calles, pero finalmente logré encontrar la casa. Me di cuenta de que ésta, se halla a tan sólo un par de calles cerca de la mía. La casa lucía bastante grande y moderna. En teoría, perfecta.
Caminé lentamente hasta el porche, leyendo la dirección y asegurándome de que ésta fuera la casa correcta.
Toqué el timbre de la puerta y esperé. Hubo unos cuantos gritos y cosas así, y por un segundo me sentí aterrorizada. Pero entonces, alguien abrió la puerta. Él se veía terriblemente parecido a la jirafa rubia, con la diferencia de un par de años más.

"¿Sí?" preguntó perezosamente, apoyado en el marco de la puerta.

"Umh, bueno. Yo estoy aquí para cuidar a un niño llamado Lucas" Le contesté aunque eso había sonado más bien como a una pregunta.

"Espera, ¿cuidar un niño?" Exageró en las últimas tres palabras. Luego se rió. Le di una mirada confusa.

"Sí. De eso hablé con Liz" Me encogí de hombros.

"Bien. Adelante" Me hizo pasar y cerró la puerta.

"Ben, ¿Quién coño estaba en la...? " La jirafa apareció de repente y se detuvo en seco.

"Este es Lucas" El chico, que ahora sé que se llama Ben, apunta a la jirafa y luego simplemente se va.

"¡¿Eres Lucas?! " Le grito.

"Bueno, duh, ¿tú qué haces aquí? " Me chilla de vuelta.

"Creo que tu madre me envió aquí para cuidar de ti, todos los días hasta que ella llegue a casa" Me crucé de brazos.

"Tienes que estar bromeando" Murmuró.

"Lucas, voy a salir ahora. Hasta luego amigo" Ben apareció y luego salió corriendo por la puerta, cerrándola de golpe, dejándonos solos. Juntos. En una casa grande.

Luke decidió alejarse, pero antes me dijo algo sobre su hombro.

"Siéntete como en casa, pero no hagas cosas estúpidas"

" ¿Has comido tu almuerzo, Luke? " Pregunté. ¿Cómo se puede cuidar a un chico a quién le disgustas de manera sobrenatural? Además, él ya es un adolescente grande, por amor de Dios.

"No" Salta hacia el sofá, utilizando su teléfono. "Aunque tenga hambre, no voy a comer porque me lo digas tú"

"Vamos, Luke. Tienes que comer" Le dije como supuse que debía.

"No" Respondió.

" ¡Date prisa y come! La comida está caliente"

"Haz que lo haga" Levantó la vista y me sonrió.

Lo pisoteé y le arrebaté su teléfono.

" ¡No puedes hacer eso!" Se quejó y comenzó a moverse para quitármelo de las manos.

"Levántate del sofá y come si deseas tener el telefono de nuevo" Le advertí.

"Haz lo que quieras, luego" Luke gruñó y, literalmente, se abalanzó sobre mí, haciéndome caer sobre el asiento.

" ¡Ay!" Hice una mueca. Luke se encontraba sobre la parte superior de mi cuerpo, tratando de forzar su teléfono lejos de mis manos. No estaba en mis manos, sino dentro de mi camisa, pero él no necesita saber eso.