Narra Bian
Era viernes y me desperté lo más rápido posible. Tenía que hacer el desayuno, venían Emi y Ludmila.
Estaba poniendo el café sobre la mesa cuando sonó el timbre.
-¡Hermanita querida!-saludó Emilce, abrazándome-Hace mucho que no nos vemos.
-Muchísimo-respondí.- ¿Cómo te fue con tus "suegros"?
-Bien, que se yo. Julián...Dice que les caí bárbaro. Pero...
-Pero, ahora comamos, tengo hambre.-Contestó Lud.
-Después quiero detalles de la cena.-le dije a Emi.
-Biancuuuu...-Saludó Cande, entrando a mi casa. Las chicas tenían esa costumbre de entrar sin golpear.
-¿Por qué no golpeas, nena?-contestó mi hermana menor.
-Ludmila...-la reté.
-Hay pero que humor, Lud...Biancu, no tiene problema, ¿verdad?-preguntó Candela.
-Nop.
-Bueno...Bian, recibí un mensaje de Luz, diciéndome que Paio, va hacer una fiesta en su quinta esta noche.
-Ahhh...¿Y eso que tiene que ver conmigo?
-Nena, nos están invitando...Tenemos que ir. A Mica costó convencerla, pero aceptó.-insistió la morocha.
-Paso...
-Dale, Bian...necesitas mover un poco más esa vida que Tenes-me motivó mi hermana mayor.
-No, chicas, no tengo ganas.-la corté.
-¿Me prometes que lo vas a pensar?-pidió mi amiga, haciendo puchero.
-Ok, lo voy a pensar-acepté.
-Okey, pero ahora cámbiate que estamos llegando tarde.-Me apuró La tucumana.
Me cambié y bajé.
Cuando llegamos, nos encontramos con Azu, Luz y Mica.
-¿Vas a ir, no?-me saludó Luz.
-No sé Luz.
-No le rompan las pelotas con ese tema...Si quiere ir va, y si no, no va-la cortó Mica de malhumor.
-¡Cómo nos levantamos hoy, ¿ehh?! ¿O te levantas así todo los días?-la provocó Lara, pasando junto a Flor.
-Mira...-le contestó con un tono...No, estaba va a terminar mal.-Si no queres que te rompa esos dientes postizos...
-Mica...-la frené.-Basta, es lo que ellas quieren, y hoy no vamos a pelear.
-Vamos, Mica...-le dijo Azul y la arrastramos al camarín.
-Euuu, no...le iba a sacar los dientes de una trompada, ¡malas!-protestó la campeona verde.
-Es lo que querían, Micaela...Para que te sancionen-le aclaré.
-Es cierto...pero por los menos me hubiese quitado las ganas...-contestó.
-¡Me encantaría ver eso!-rió Luz.
Sonreímos. Y nos fuimos a entrenar.
-¡Estoy cansadísima!-exclamó Luz, tirándose en el sillón del camarín. Ya había terminado el programa.
-¡Ni que hubieras jugado todos los juegos!-le contestó Nacho.
-Sí. Los jugué. Nacho... ¿Estas bien? ¡Yo también estuve nominada, nene!-contestó mi amiga.