sus manos sudaban y su labio inferior, apesar de estar roto, estaba atrapado entre sus dientes por los nervios, blake y él nunca habían estado completamente solos, a veces se sentaban juntos a almorzar o iban a jugar videojuegos, pero siempre estaban con otras personas, nunca solos. y en ese momento sólo faltaban unos minutos para que eso sucediera.
su cabeza y su cuerpo seguían doliendo, pero en ese momento todo lo que podía sentir era emoción, aunque bien sabía que no iba a pasar nada entre ellos le reponía el hecho de que blake se interesará por él aunque no fuera de una manera sentimental.
escuchó el timbre desde su habitación, pero no salió de esta sabiendo que su madre abriría la puerta, además de que no quería lucir desesperado.
se acostó sobre la cama queriendo lucir desprevenido, pero entonces se preguntó si más bien no luciría como una insinuación, se sentó y creyó que lucía como hey, te he estado esperando toda mi vida, así que sólo se tiró al suelo y comenzó a jugar con su celular justo cuando la puerta comenzaba a abrirse.
un blake apenado y con cabello alborotado asomó su cabeza y tocó pidiendo permiso para entrar. evan levantó la vista y asintió cruzando las piernas sobre el suelo, blake pasó sentándose frente a él con una sonrisa.
-¿te duele? -preguntó refiriéndose a su ojo hinchado.
-no mucho -mintió encogiendo los hombros.
-en serio lo siento mucho, evan.
-está bien, ya te he dicho que no fue tu culpa.
-vale, lo sé, pero... -se encogió de hombros mientras agachaba la cabeza.
el silencio se adueñó del lugar y evan quiso matarse, odiaba que eso pasara porque eso hacía que su vista se quedará fija en blake, no importaba cuanto deseará alejarla siempre se quedaba sobre él y esta vez no fue la excepción.
sus ojos buscaron su rostro, pero al tener la cabeza gacha se le hizo imposible encontrarlo, blake lo miró y sacó algo de su bolsillo, era un papel hecho bolita, se lo pasó y le indicó con la barbilla que lo abriera.
"me gustas, evan. ¿quieres salir conmigo?"
no pudo evitar reír por los nervios mientras volvía su vista a blake.
-¿qué es esto?
-la razón por la que dean te golpeo. tengo eso hace un tiempo en el bolsillo de mi chaqueta... -murmuró apenado sin poder mirarlo- él lo encontró hoy.
-¿en serio te gusto, blake? -no podía dejar de sonreír.
-si te vas a burlar de mí...
-no me estoy burlando, sólo contesta la pregunta.
blake cerró los ojos mientras respiraba profundo, luego dejó salir la respuesta tan bajo que si evan no hubiera estado tan cerca no le hubiera escuchado.
-sí me gustas, evan.
evan volvió a reír causando que blake se levantará acercándose a la puerta.
-soy un idiota, sabía que esto pasaría -abrió la puerta dispuesto a salir, pero evan lo detuvo.
-¿a dónde vas?
-no me voy a quedar aquí esperando a que acabes de burlarte para escucharte decir que no sientes lo mismo.
-joder, blake, que no me estoy burlando -volvió a reír- puede parecer, pero no lo estoy haciendo, es sólo que... ¿sabes hace cuánto me gustas, blake y nunca he tenido el valor para decírtelo? y ahora tú estás aquí diciéndome que te gusto y parece una maldita broma.
-¿hablas en serio? -evan asintió- ¿qué hay del chico ese? -se apoyó en el marco de la puerta.
-¿te refieres a quién supuestamente iban los mensajes?
-sí...
-blake, esos mensajes siempre fueron para ti, idiota -rió.
-tienes que estar de broma -comenzó a reír también, luego de un rato volvieron a quedar en silencio.
-me gustas, blake. ¿quieres salir conmigo? -se colocó frente a él.
-tengo novio.
-no importa -sonrió acercándose a él- ¿qué dices?
-evan... evan... ¡joder, evan! -se levantó de la cama encontrándose con blake sentado frente a él- te dormiste, ¿eh?
-dime que no fue un maldito sueño.
-¿qué cosa?
-maldición, fue un sueño.
-¿qué soñaste? -se tendió a su lado.
-soñé que... iba hacer algo que he estado esperando hacer por mucho tiempo -lo miró.
-¿y qué era esa cosa tan genial? -sonrió sin alejar sus ojos de él.
evan respiró profundo mientras se acercaba a él, cerró sus ojos y justo cuando esta a punto de rozar sus labios se detuvo.
-ahora es cuando puedes detenerme, dime que me aleje y lo haré...
-maldición, evan. tan sólo bésame -se inclinó eliminando lo que quedaba de distancia entre sus labios, al separarse escuchó a blake reír- no fue un sueño, en realidad la puerta se cerró y dio contra tu cabeza -volvió a reír.
-eres un idiota.
-lo superarás, evan -rió antes de volver a besarlo.
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naive
Short Storydonde blake es lo suficientemente ingenuo como para creer que los mensajes de evan le llegan por error. cover por -satan