final [la boda] + epílogo;

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blake avanzó hasta el altar mientras evan pisaba el acelerador, ambos estaban a punto de hacer cosas que les costaban demasiado.

blake estaba a nada de casarse con alguien que no amaba y evan a nada de detener su boda, uno de los dos tenía que cumplir, ¿cuál sería?

—¡evan, meneja más rápido! ¡cuando lleguemos seguro ya ha dicho que sí! —gritó ryan tocando la bocina mientras su mejor amigo conducía.

—¡me pones nervioso! ¡cierra la maldita boca!

—¡no puedo porque me exasperas! ¡pisa el acelerador!

—¡vamos a chocar!

—¡si no se callan los voy a golpear! —gritó katy en la parte de atrás del auto.

—¡ya veo la playa! ¡ay, mira! ¡tiene un arco de orquídeas! —exclamó emocionado— recuérdame comprar uno para mi boda.

—¡ya cállate, ryan! —gritaron los otros dos al unísono.

al llegar evan estacionó el auto como pudo y salió corriendo, seguido de ryan y su mejor amiga, a lo lejos podía ver a todas las personas reunidas esperando por una respuesta. una respuesta que evan esperaba demorara un poco más en salir de los labios de blake.

—no —el castaño tenía los ojos fijos en sus pies— no puedo casarme contigo, harry.

—blake... —le tomó de la barbilla con cuidado para poder mirarle a los ojos.

—lo siento tanto.

—está bien, blake —besó su frente antes de acogerlo entre sus brazos ignorando el bullicio de los invitados— aún lo amas, lo entiendo.

—de verdad, yo no quería hacerte daño.

—no importa, hay cosas peores —le sonrió secando las lágrimas en sus mejillas.

—¿me perdonas?

—no tengo nada que perdonarte, en cambio debería agradecerte, ibas a sacrificar tu felicidad por mí —tomó su rostro entre sus manos y besó sus labios. un simple roce.

—¡maldición, no! ¡te dije que pisaras el acelerador, evan! ¡ya se casó y es tu culpa! —escuchó a alguien quejarse, ese alguien captó la atención de todos gracias a sus quejas. un chico rubio de ojos cafés pataleaba halando a un castaño de ojos azules. evan.

blake volvió sus ojos a harry disculpándose y corrió a ver a evan, cuando estuvieron frente a frente ningúno sabía que hacer, habían terminado hacía tiempo, de hecho, evan había ido a detener una boda y ni siquiera sabía que haría cuando lo hiciera, pero cuando tuvo a blake frente a él todo lo que pudo hacer fue envolverlo en sus brazos abrazándole justo como esa vez que se marchó de su lado.

—así que no te casaste, ¿eh?

—¿estaría abrazado a ti si lo hubiese hecho?

—no lo sé —rió— ni siquiera sé que hago aquí blake, tan sólo leí tu carta y quise tomar el primer vuelo a california, ¿cómo es posible que aún tengas este efecto en mí?

—tengo ese efecto en las personas —sonrió inocente— no es mi culpa.

y evan no lo entendía y blake tampoco, no entendían el cómo a pesar de estar separados durante tanto tiempo la sensación de querer pertenecer al otro eternamente se mantenía ahí.

seis meses después...

—¿puedes quitar esa irritante canción? ¡vas a hacer explotar mis oídos, idiota! —le gritó blake a evan tapando sus oídos con dos cojines.

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