Complejo de Cenicienta ➵ Jungkook

Plan ratonil

Jungkook tenía la meta de hacer que Briana se diera cuenta de que ella misma podía hacer muchas cosas por sí misma. Sólo que había un problema, ¿qué rayos podía hacer la chica?

Le quedaba más que claro que la chica no tenía un gran don con el que hubiera nacido, o al menos él sabía que no. Así que mientras alimentaba al caballo J-hope, sí, así le habían puesto al caballo. Se comenzaba a cuestionar los posibles trabajos de la chica.

—Cocinera — fue lo primero que se le vino a la cabeza — bueno, sabe cocinar, aunque no es la gran cosa — descartó la idea — cantante menos, bailarina ni en sueños, quizá profesora...bueno, terminó la escuela ¿no? — miró al caballo como si el animal le entendiese, vieja costumbre suya de seguir hablando con animales — Debe haber algo en lo que sea realmente buena — llevó su mano a su barbilla meditando aquello.

No tenía ninguna idea así que llevó a cabo su gran plan.

Plan de Jungkook para encontrar el talento escondido de Briana para que deje de ser tan sumisa...parte1.

Y eso fue a hacer, dejó de hacer sus tareas abandonando a J-hope y aunque seguía molesto por la cachetada que la chica le dio, la espió sin que se diera cuenta. Estaba limpiando la casa mientras bailaba de un lado a otro con la música de la radio, Jungkook negó con la cabeza al ver que de verdad ser bailarina estaba bastante descartado.

La siguió todo el día en el que descartaba miles de cosas, desde tocar algún instrumento, hasta reparar una simple tubería. Que tampoco tenían muchas opciones en esa época que se encontraban, así que Jungkook no sabía qué hacer. Comenzaba a pensar que sus opciones eran limitadas y podía ser más fácil que él se volviera cantante para que la chica dejara de ser la sirvienta de la casa.

Derrotado se fue al cuarto de la chica a buscar sus notas del colegio, quizá algo ahí le ayudara. Removió todo como si de un ratero se tratase, aunque sí podría ser...Jungkook dio con los papeles de la escuela de Briana y revisó sus calificaciones.

—Oh por Ratatouille — exclamó mirando las calificaciones — es un milagro que pasara — dijo revisando como había varios sietes en hileras — bueno, no está tan mal — dejó aquello en donde lo encontró rindiéndose.

Lo mejor era que se preparase para ser el próximo G-Dragón (Ni soñando Jungkook). Estaba convencido de la idea justo cuando se tropezó con una caja, cayó al suelo dándose un golpe en su nariz, ya que fue lo primero que fue a dar contra el suelo.

—Se me está pegando lo torpe de esa niña — se quejó sobándose la nariz, buscó con lo que se tropezó y se encontró con varias hojas esparcidas por ahí — ¿Qué es esto? — preguntó hablando solo.

En aquellas hojas había varios dibujos, todos muy diferentes entre ellos, pero lo que tenían en común era una sola cosa. Todos eran realmente buenos, bastante, había paisajes, comida y algunos eran tan abstractos que no se distinguían bien, pero eran buenos.

—Esto no lo pudo haber hecho ella — afirmó. Juntó todos los dibujos preguntándose quién había hecho semejante arte, estaba a punto de guardarlos cuando notó que debajo de uno de ellos había una pequeña marca.

Uno de los dibujos tenía la firma de su artista. Briana decía en letra pequeña. Jungkook casi se cae de espaldas al ver eso, ¿cuándo había dibujado la chica? Jamás la había visto haciendo aquello. ¿Cuánto tiempo tenían esos dibujos?

—Tal vez olvidó ya como hacerlos — dijo parándose.

Miró los dibujos, era lo único que tenía así que...

Corrió hacia donde la chica estaba cocinando la cena, el chico-rata llevaba una hoja de papel y un lápiz, cuando la vio se le ocurrió decir lo primero que se le vino a la cabeza.