¡Un chico desnudo!

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Briana abrió los ojos luego de escuchar el molesto ruido de los pájaros que venían todos los días a levantarla. Se quitó la baba del rostro y luego las lagañas de sus ojos, miró a la nada un buen rato, bostezó y luego de preguntarse quién era y de dónde venía, se levantó con mucho esfuerzo. El piso era frío así que dio un respingo, rodeó la cama y cuando pasó enfrente de esta se tropezó con algo y cayó al piso de cara.

— ¡Ay, me duele! — exclamó sobándose la nariz. Se retorció en el suelo frío y luego sintió como algo se movía debajo de sus piernas, con algo de miedo volteó a ver lo que era.

Ante sus ojos de china provincia, un chico que no llevaba nada de ropa puesta, excepto una manta blanca que le cubría la parte inferior, se sobaba el estómago y tenía una mueca de dolor. Parpadeó sin creer lo que veía, buscó con la mirada saber si estaba en su cuarto y cuando comprobó que seguía en él y de que sentía dolor por el gran madrazo que se dio minutos atrás, supo que aquello no era una alucinación. Bajó la vista hacia el torso del chico, estaba bastante bien y más con esa piel pálida que tenía, comenzó a babear de sólo verle, quizá su fantasía más grande se había cumplido.

Ah saber qué fantasía era...

—Disculpa, ¿qué haces en mi cuarto? — le preguntó tranquilamente. El chico la miró y sonrió.

—Soy, amm, el ratón que cuidabas, me hice humano — fue lo más resumido que pudo decir, de hecho todo sonaba a chiste. Briana comenzó a reírse de ello.

— ¡Anda ya! Dime, ¿cómo entraste a mi cuarto? — se acercó más de manera pícara.

—Es la verdad, vino el Ratón Pérez y me hizo humano — ella negó con la cabeza, Jungkook comenzaba a pensar que la ingenua Briana era mejor.

—Pruébalo — le retó ella cruzándose de brazos. Jungkook rodó los ojos.

—Cuando tenías 13 años comiste tanto pastel que tuviste diarrea por una semana — le soltó.

Y entonces la expresión de la chica cambió por completo, miró de arriba abajo al chico, no podía creérselo. Pero ahí estaba en esa sonrisa los dientes arratonados e incluso en esa nariz grande.

— ¡Dios, que te has hecho humano, Gus! — exclamó ella con sorpresa.

—No seas idiota y deja de llamarme así que mi nombre es Jungkook, siempre te he querido preguntar ¿quién chingados es Gus? — le dijo ya bastante molesto de que le llamara así, Briana abrió la boca y luego la cerró sin saber qué decir, le salió grosera la rata — ¿Entiendes? Soy Jungkook y no Gus, Gus es un nombre horrible

—Entiendo, entiendo — puso sus dos manos para calmarle. Ambos se quedaron viendo — ¿Y por qué te hiciste humano, Jungkook?

Ahora él no sabía qué decir. No le iba a decir de buenas a primeras que lo hizo porque estaba enamorado de ella, no era tan ridículo. Mientras pensaba eso sus mejillas se volvieron rojas y Briana levantó una ceja curiosa.

—Fue un error del Ratón Pérez — se le ocurrió decir para no quemarse, se encogió de hombros para darle énfasis a su gran mentira.

— ¿En serio? Vaya — Briana miró por todo el cuarto — habrá que buscarle para que te regrese a la normalidad... — Junkook miró a su dueña.

— ¿Quieres que regrese a ser una rata? — preguntó con un puchero, ella lo miró acercarse más. Tragó saliva al ver como se inclinaba hacia ella y ponía su ratonil cara enfrente de la de ella — ¿No me prefieres así?

Y entonces Briana cayó desmayada hacia atrás, había sido mucho para su virginal y solterón corazón.

—Creo que me pasé — dijo Jungkook al verla tirada en el suelo.

***

Cuando Briana despertó se encontraba en su cama nuevamente. El pensamiento de que había sido un sueño solamente le tranquilizó y por un momento se dejó descansar en la cama, estaba tan tranquila cuando apareció un chico con solamente un mandil enfrente con un plumero.

—Al fin despiertas, apúrate que tus hermanastros exigen sus desayunos — le dijo él mientras limpiaba el polvo del cuarto de Briana.

Ella comprendió que no era un sueño raro, ni una fantasía loca, era real.

¡Su rata se había convertido en humano!

Sin más opción tuvo que enfrentarse a ello, lo primero fue atender sus tareas domesticas y de paso robar la ropa vieja de sus hermanastros, bien podía andarlo desnudo pero por su salud decidió que no. Cuando obtuvo las prendas, corrió de vuelta a su cuarto, al abrir la puerta creyó que quizá no estaría ahí pero lo estaba, sentado sobre su cama esperándole.

Jungkook se levantó de inmediato y justo en ese momento el mandil blanco cayó al suelo dejando a plena vista el...

— ¡Tu cola! — chilló Briana tapándose los ojos con las manos, realmente seguía viendo.

—No es una cola, es mi pe— en eso relinchó un caballo, evitando así que se escuchara aquella palabra.

Vamos, que es un fic infantil.

Briana le aventó la ropa y se volteó para no ver. Jungkook sonreía, había hecho eso apropósito, haría lo que fuera para llamar la atención de la chica y dios sabe cuánto tiempo tenía para ello.

—Ya puedes voltear — le dijo el chico rata. Ella le hizo caso y sí, ya estaba vestido.

—No hagas eso, ahora eres humano y no debes mostrar tus partes — le regañó aunque su voz temblaba.

—Claro — le siguió la corriente, obvio que él sabía eso, no era idiota pero ella no parecía caer.

Briana observó a su ex mascota, no podía creer que de verdad existiera la magia. Se replanteó entonces la posibilidad de que apareciera su hada madrina.

—Oye Jungkook, creo que podré ir al baile — dijo ella de repente.

La mueca del chico cambió por completo, al parecer hacer entrar en razón a Briana le costaría más que simples desnudos.


¡Hola chicas! yo sé que me extrañaron 7u7r pos ya volví de mi viaje así que me puse a publicar :3 comenten y voten.

Pd. oie papuh el niño rata no eztha tan mal ( ͡° ͜ʖ ͡°)

Complejo de Cenicienta ➵ JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora