No entiendo.

984 129 40
                                    



Hoy me decidí por llegar más temprano a clases de lo usual. No podía estar yendo al baño siempre como excusa para dejar mi carta en el casillero de Taehyung, así que tomé la decisión de ir más temprano a la escuela. A esa hora no había casi nadie en realidad y apenas tuve oportunidad, metí el sobre en el casillero de Taehyung. Sin duda pude sentir la diferencia, en aquel instante la ansiedad era cien veces menor.

La primera clase fue igual que siempre, me la pasé sólo en mi rincón y Taehyung con su grupo de amigos, los cuales eran muchos. Tenía curiosidad de saber cuál sería la reacción que hoy tendría al ver lo que le escribí, así que planeaba tratar de espiarlo nuevamente. Anhelaba de verdad que sonriera al igual que la semana pasada y por consecuencia, no logré evitar sonreír de sólo imaginármelo. Desperté de mis pensamientos cuando sonó el timbre para el receso y todos comenzamos a levantarnos, siguiendo la misma rutina. Yo guardé todas mis cosas en la mochila de forma veloz y salí del salón tras Taehyung, aunque me esforcé en que no fuese muy evidente. De nuevo ambos estábamos en nuestros respectivos casilleros y él recogió la carta como la semana pasada, parecía que todo se repetía, pero esta vez algo era diferente... esta vez su sonrisa se dibujó desde un comienzo. ¿Estaba esperando por mi carta? ¿Era esa la conclusión a la que debía llegar tras ver su reacción?

Fui sacando los libros de mi mochila poco a poco y los reemplacé por los que necesitaría en la siguiente clase, también saqué mi delantal blanco del casillero y me lo coloqué; tendríamos clases en el laboratorio. De pronto miré hacia el casillero de Taehyung y me sorprendí, él ya no estaba allí. ¿En qué momento se fue? Diablos, no lo vi leer la carta y me sentí tan torpe en ese momento.

Estaba demasiado concentrado en averiguar adónde se había dirigido que me exalté cuando alguien tocó mi hombro de pronto, pero cuando di la vuelta para ver de quién se trataba, palidecí. Taehyung estaba allí, esbozando la misma sonrisa rectangular de siempre. Me había sorprendido, por lo general él sólo me hablaba durante el segundo receso, pero parecía que hoy había hecho una excepción. Estaba nervioso, rogaba que no hubiese notado que lo buscaba y por un momento creí que me volvía más evidente cada instante. Pero no lo negaré, me hizo feliz verlo y una sonrisa se dibujó en mis labios.

— ¡Hola, Jungkookie! —exclamó de forma carismática y rodeó mis hombros con un brazo luego de haber desordenado mi cabello. Me sorprendía lo cariñoso que hoy había despertado, no pude evitar sonreír una vez más.

— Hola, Taehyung-nim... ¿Por qué tan contento, mh?

— Por nada, leí algo que me alegró el día, en fin... Venía a preguntarte si quieres sentarte junto a mí en el laboratorio, siempre me aburro ahí y ya sabes, contigo me siento cómodo. Por cierto, ¿tú entiendes algo de Química? Yo de verdad que no entiendo nada, soy lento para esas cosas.

— ¿Leyó algo que le alegró el día? —sonreí ante la ilusión de que fuese mi carta. — Oh, claro, por lo general siempre me siento solo, supongo que será más divertido tener un compañero... —susurré mientras mantenía mi sonrisa, aunque no pude evitar desviar un poco la mirada ante lo que acababa de decirle. De seguro ya sabía que yo no era precisamente alguien muy popular, pero aun así me dio algo de vergüenza comentárselo. — Sí entiendo la Química, me va muy bien en realidad... Entonces, ¿nos veremos en clase? No olvides tu delantal —comenté al notar que no lo traía puesto.

— Mmh, sí, fue... un poema muy bonito —comentó y noté como un muy sutil sonrojo decoró sus mejillas, aunque este no duró ni cinco segundos. Al rato simplemente comenzó a jugar y a apretar mis mejillas mientras hablaba, manteniendo esa sonrisa tan peculiar. — Desde ahora en adelante todo será diferente, ya no vas a estar solo. Por alguna razón, me gusta mucho estar contigo... Así que te reclamo como mi compañero de laboratorio, tienes prohibido ser el compañero de alguien más, ¿has escuchado bien, Jungkookie? —Quiso sonar serio, me atrevería a decir que también intentó aparentar cierta rudeza, pero no le dio resultado. Él era demasiado adorable y a pesar de que me dolían un poco las mejillas por sus constantes apretones, comencé a asentir entre risitas y me esforcé en hablar sin verme tan... deforme.

cartas a taehyung › taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora