Un horrible día de lluvia despertó a las chicas con el fuerte sonido de un trueno. Era muy temprano todavía, todos en la casa dormían. Desde pequeña, Luz le temía a las tormentas y Eva, con experiencia en el tema por haber vivido en el campo, era quien la calmaba cuando su madre no estaba ahí para hacerlo. Habían pasado noches durmiendo juntas, días en los que Lidia había trabajado mucho y su hija pasaba el tiempo con su amiga y esa noche en la que decidieron acampar en el fondo de la casa de Emilia, la prima de Luz, y la lluvia las sorprendió a mitad de la noche. En cada una de esas oportunidades Eva la protegió, durmió con ella y el miedo se alejó.
El primer sonido sacó a Luz del sueño en el que se encontraba, el segundo agitó su respiración. Cómo iba a superar ese momento tan desprotegida? Con su madre a cientos de kilómetros en su casa y su amiga a metros, pero con una distancia diferente desde aquella fiesta unas horas atrás. Ya podía sentir las lágrimas en sus ojos cuando el movimiento de las sábanas la sobresaltó. Abrió los ojos al instante y vio a Eva con los suyos semi cerrados pidiéndole un lugar a su lado, como siempre, protegiéndola. Una sonrisa se dibujó instantáneamente en su rostro y se movió para dejar paso a su amiga, que entró en la cama y la rodeó con los brazos dulcemente. Se relajó rápidamente y volvió a conciliar el sueño.
Unas horas después Eva se despertó un poco incómoda, sentía su brazo algo adormecido. Intentó moverlo y no pudo. Abrió los ojos y se encontró con su amiga dormida, acurrucada en su pecho. Inmediatamente recordó que algo inconsciente apenas escuchó los truenos, se pasó a la cama de la morocha para "protegerla". La vio ahí tan pequeña como siempre, tan frágil, la sintió tan suya entre sus brazos que la molestia que había sentido al verla con Sofía desapareció en un segundo. "Un momento" pensó. "Tan mía?". Por que la idea de tener que compartirla con alguien más le molestaba? Era su amiga, sabía que siempre iban a estar la una para la otra, no porque tuviera novia iba a cambiar algo. No podía tener celos. O si? Este último pensamiento no la dejó dormir más. Se quedó jugando con un mechón de cabello de su amiga entre sus dedos por un largo tiempo, hasta que la sintió moverse lentamente y cuando su brazo se liberó aprovecho para levantarse a preparar el desayuno.
Unos minutos más tarde Luz despertaba con el aroma del chocolate caliente que tan bien preparaba su amiga y ya sabía que al abrir los ojos se encontraría las tostadas perfectas que ésta preparaba. En efecto, así fue y ambas adolescentes desayunaron entre risas y relatos de la fiesta. Tal como si nada hubiera pasado.
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Amistad con Luz
RomansaLuz y Eva fueron amigas por mucho tiempo. Desde pequeñas. Pero la adolescencia les presenta una idea que nunca antes habían pensado. Que pasará cuando esta idea se transforme en pensamientos, sentimientos y quizás algo mas...