— Daimon—
Puede que el nombre de Daimon salga como Damon pero es el, es el mismo, el corrector me lo ponía asi.
Mike
-Scoot eres idiota.
-¿ Y eso porque ? - pregunta mi amigo haciéndose el inocente.
- Te dije que no la molestarais, y pasaste de mi.
Mi amigo se carcajea, y todos giran a mirarnos.
- Hey! Meteros en vuestras vidas. - Vuelven a darse la vuelta.
En este Instituto nadie me reprocha nada de algún modo aquí todos me conocen y saben que puedo llegar a ser peor que el mismo diablo asi que deciden no darme la contraria y hacerme caso. Excepto mis mejores amigos que es por eso que los amo tanto.
-Lo se, Pero era una oportunidad tan buena.. No podía dejar que se escapara.
- Tienes razón, pero que no se vuelva a repetir. - Mi amigo me sonríe en afirmación.
- Lo que no llego a entender aún, es el porque le ayudaste.
- Sentí pena por ella, y la broma no fue mia, no ha de ser humillada por alguien que no sea yo. - Lo digo en serio y lo mas neutro que puedo, mi amigo sabe que no va en broma y se me queda mirando hasta que entra Damon por la puerta.
Scoot se levanta y lo abraza. Damon esta serio y nos sentamos todos juntos.
-¿ Que ocurre ? - pregunto en busca de una respuesta, Damon se rasca la nuca y nos quedamos en un silencio incomodo. Raro en nosotros. - Quieres soltarlo de una vez. - Me inquieto.
- La nueva me ha preguntado por Scoot.
-¿ Y que te ha dicho ? - pregunta Scoot emocionado.
- Que si tenías novia. - Frunzo el ceño y Damon y Scoot me miran el ultimo con una sonrisa en la cara. - Pero No por ella sino por una amiga.
-¿ Amiga? ¿ Qué amiga?— Pregunto.
-¿ Amy? - Damon y yo miramos a Scoot perplejos por el nombre que acaba de decir.
- Supongo.. - Dice Damon - Ella.. ¿ A ti ella te gustaba no?
- Si.. Pero de eso ya hace mucho.. Y ahora estoy con Beff.
Hablando de la reina de Roma, Beffani, entra en el comedor con sus dos seguidoras, viene como si fuera la mejor de todas y se acerca a la anciana que hay detrás del mostrador. Su voz es tan fuerte y de pito que se la oye desde aquí.
- Oiga póngame algo sin carboidratos, rápido! - todos vemos cómo la anciana le obedece y a los pocos minutos ella se acerca a nosotros, sentándose al lado de Scoot. - Hola amorcito.- No soporto su voz de pito.
- Hola amor. - Scoot le sonríe sin intenciones de hacer nada mas con ella, pero la muchacha lo agarra de los mofletes y le besa rudamente, Daimon y yo no podemos evitar reírnos por lo bajo.
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Disaster
Teen FictionNueva en aquel pequeño pueblo. Después de marearme por horas, mi padre se decide en aparcar el coche en la puerta de un garaje blanco, cuyo acompañaba a una casa de color gris. Al bajar, unos chicos en monopatín aparecieron por mi derecha asustándom...