Dos Rivales, Un Amor (Piero & tú)

Capítulo 17

Narra Piero.

Al escuchar su nombre me ruboricé y me quedé confundido.

-¿Qué tiene que ver ella conmigo?. -pregunté.

-Supongo que mucho ¿No?.

-No, la verdad es que ni me interesa hablar de ella y... no sé por que lo dice.

Por Dios Piero, deja de estar mintiendo.

Se acercó a mi entrecerrando los ojos y soltó una risa.

-Piero... Barone. ¿Mmm?. -se siguió acercando.

Alcé una ceja y mantuve mi mirada en él.

-Quizá se quiera hacer el desinteresado o que se yo, pero sólo le digo que ella ahora trabaja para mi y si no deja de llevarle la contraria, toda tu empresa fallará, ¿Bien?.

-No estoy entendiendo nada de lo que esta diciendo usted y...

-Pronto lo entenderás.

-¿Quién es usted?.

-Lo sabrás.

-Deje de llamarme de 'tú' por que nisiquiera lo conozco, le repito, ¿Quién es usted?.

-Abraham Stevenson, el mejor empresario de la ciudad.

-¿Y qué tengo que ver con usted?, usted que sabe de lo que yo hago o no, o también que me entrometo con la señorita Zattini, ¿Eh?.

-Está dicho. -dió media vuelta y se fue con sus manos metidas en los bolsillos.

Suspiré y me senté rápidamente tomando el teléfono y marcando el número de Fabrizio.

-Si dime Piero.
-Fabrizio necesito urgentemente que me investigues quién es Abraham Stevenson, qué hace y que relación tiene con Zattini. -Todo lo dije tan agitado que casi me quedo sin aire.
-Espera espera, toma aire y dímelo de nuevo despacio que no te entiendo.
-¡Fabrizio es urgente!.
-¡Ok! Cálmate... deja abrir la laptop. -se oyó del otro lado de la línea que estaba tecleando.
-Abraham... Stevenson...
-Muy bien... eh... Abraham... Abraham... ¡Aquí esta! Abraham Stevenson. Dice aquí que es un empresario muy famoso...
-En su casa por que yo ni sabía de él.
-Aja y...
-¿Y qué más dice?, ¿No dice nada sobre que tenga algo con Zattini?.
-Sí, un matrimonio...
-¿¡Qué!?.
-Un matrimonio.
-¡Sí entendí!.
-¡Ay!, contrólate.
-¿¡_______ Zattini está ca... SADA!?.
-Mira Piero, oye... Piero... ¿Piero?, ¡Piero! ¿Estás ahí? Uy... lo perdimos...
-Sí sí aquí estoy, lo siento -me quedé unos segundos en silencio.- Gracias. -colgué.

_______ no podía estar casada...

Narra _______.

-¿Quién es?. -llamé y esperé a que alguien contestara, pero fue en vano. Así que abrí la puerta y me quedé congelada viendo al sujeto que estaba frente a mí.

-¡Hola linda! ¿Cómo estás?. -se acercó a mi y me dió un beso es la mejilla lentamente. Cerré los ojos con fuerza y lo aparté con mi mano.

-¿Pero qué pasa?.

-Pregúntatelo a tí mismo Abraham. -tomé la puerta y la intentaba cerrar pero él la detuvo con su mano.

-Hablemos tranquilamente ¿Quieres?.

-No, Vete. -empujé con más fuerza, pero él lo impedía, tanto que logró abrirla por completo y la cerró detrás suyo lentamente con una sonrisa en rostro.