Dos Rivales, Un Amor (Piero & tú)

Capítulo 16

Piero:

-Es ¿en serio...? -me cubrí la cara soltando un suspiro de frustración, no podía estarme pasando esto... aunque... siento cosquillas en el estómago al sentir que está aquí.

-¿Qué...? ¿De quién hablas?. -Mario volteo para todos lados.

-No... nada -mis manos comenzaron a sudar.

-Listo llegué, ¿Qué pasó amigo?, ya sabes quién está aquí ¿Cierto?. -Me miró Gabriel con picardía.

-Vo-voy al baño, ahorita vengo. -empujé la silla y caminé directo a este.

Narra _______

-No, no creo que... que, ¿Qué cosas dices? Bah... -empecé a mover mi pierna y a morderme las uñas.

-__________, ¿vamos...?

-¿Vamos? ¿A qué?

-Pues... ya sabes...

-Oh... no no no. -fruncí el ceño y mordí mi labio.

-Jajajaja deberías ver tu cara de frustración.

-JA-JA-JA, ¿Crees que es gracioso?. Sofía por Dios... -me tomé la cara.- Todo esto que estoy pasando TODO no es gracioso, entre Abraham y Piero... mi vida se va a la ruina.

-Tranquila _________ -colocó su mano en mi hombro.- no por eso te dejarás llevar o ¿Sí...?

-No, no tengo que dejarme llevar... ¡No tengo que...!

-Disculpe... ¿Señorita ________?

Volteé y vi a un ojiazul... verdaderamente guapo.

-Eh... ¿Sí...? Dígame. -sonreí como tonta y me olvidé de todo lo que estaba pasando.

-Pri-primero que nada... Buenas tardes...

-Sí sí dígame, que se le ofrece buenas... -seguía viéndolo y Sofía me dió una patada por debajo de la mesa y me dió una mirada de que me calmara.

-¿Se acuerda de mi?

-No sí claro, como no acordarme... -sonreí y el hizo lo mismo.

-Ejem... ejem... ¿Hola...?. -Sofía pasó la mano en frente de nosotros simultáneamente.- Yo también existo.

-¡Oh!, disculpe señorita, mi nombre es Tiziano, mucho gusto. -le mostró su mano para saludarla y ella me dedicó una mirada de satisfacción y burlándose.

-Mucho gusto Tiziano, aquí mi amiga _______ es muy tímida ¿Verdad?.

El sólo rió y yo le devolví la patada a ella.

-No se preocupe... señorita __________ ¿Me permite invitarle algún bocadillo?.

-Eh... bueno es que...

-¡Ay claro que sí quiere!. -intervino Sofía.

-¡Sofía!. -maldije entre dientes.

-No se preocupe, también a usted señorita... ¿Sofía...?

-A tus órdenes guapo. -le guiñó el ojo y le volví a dar una patada.

-Eh ¿bien...?, regresaré con los bocadillos.

-Tranquilo guapo, tu no te preocupes... -no dijo nada más y se fue a lo cual aproveché para callar a Sofía.

-¡Sofía ¿Qué demonios te pasa por la cabeza?!. -susurré reclamándole.

-Oye calma... hay que tratar bien a lo que llega...

-¡Pero ¿Te das cuenta de que me haces pasar el ridículo a mí?!