Dos Rivales, Un Amor (Piero & tú)

Capítulo 9

-¡My love! Cuanto tiempo sin verte -abrió sus brazos en espera de que lo abrazara-

¿No podía ser mi día peor?

-volteé a ver a Alessandro con la esperanza de qué dijera algo, pero no- ¿Qué - demonios -haces - tú -aquí? -dije acentuando cada palabra, me comencé a llenar de rabia y apreté mis puños-

-¿Qué pasa mi amor?, ¿No te da gusto verme? -se acercó y antes de qué me abrazara lo aparté-

-¡No me toques! -bufé y lo empujé haciendo qué casi se cayera-

-¡Uy!, pero de qué humor están ahorita los dos ¿Eh?-se acudió su traje-

-¿¡Qué haces aquí imbécil!?

-Vine por ti mi vida, vamos a desayunar anda -me tomó de brazo y me dirigió a la puerta-

-¡Suéltame! -me zafe de su agarre-

-¡Vete de aquí ahora mismo Abraham! -Alessandro se levantó y lo tomó del brazo llamando a seguridad-

-Oigan oigan calmence, tampoco me traten así.

-Es lo único que te mereces, ¿Cómo te atreves a venir tan descaradamente por mí? -las lágrimas amenazaban por salir, Demonios-

-__________, yo te extraño, yo... Yo te sigo amando.

-Amar alguien no es engañarla con otra, no es jurarle amor sí no se siente nada, no es.... -las lágrimas comenzaron a salir- no es echarle en la cara ¡que no es nada!, ¡que no vale la pena! Sí tú me hubieras "amado", ¡no me hubieras hecho todo eso!. -comencé a entrar en llanto, llanto de coraje, impotencia... De todo-

-Amor...

-¡No!, -lo mire a los ojos- no me vuelvas a llamar "Amor"... Vete...

-Pero...

-¡Vete! -abrí la puerta y salí azotando la puerta-

-¡___________!, ¡Mí Amor! -Gritó Abraham-

-¡No te atrevas a ir tras de ella! ¿¡Entendiste!? -Llegaron los de seguridad y lo sacaron-

-¡___________!, ¿Qué Pasa? ¿Estas Bien?

-Lo siento Sara, tengo que irme -me limpié algunas lágrimas y salí a mí auto-

Lo encendí lo más rápido que pude y arranque, en todo el camino estuve llorando, y los recuerdos vinieron a mí mente, no puede ser, por que me tuvieron que pasar dos cosas horribles en un día.

Llegué a mí casa, apague él motor y suspire apretando el volante y cerrando los ojos, tenía que ser fuerte, no me podía dejar llevar por un pasado absurdo que no valió la pena. Desabroché el cinturón y bajé del auto, busqué las llaves en mí bolso, y después de varios segundos las encontré, abrí la puerta y la cerré lentamente.

Oí risas desde la cocina, fruncí él ceño y camine hacia la sala, y ahí estaban, mí amiga ebria y mí amigo besador haciendo desastre en mí cocina.

-¡Jajaja! Sofía ¡Toma! -Y qué le lanza harina en la cara-

-¡Oye! ¡Eso es trampa! -le siguió juego-

Y cuando al fin notaron mí presencia...

-¡_________!, ¿Qué haces.... -Sofía me volteó a ver y fue bajando la voz- aquí...

-¿_________? ¡Hola!, justo estábamos preparando un pizza para qué comieramos en la tarde -Dijo Gabriel todo lleno de harina, pero Sofía le dio un codazo dando referencia a que se callara-