~True love isn't easy~

"El regreso"

Tras el asesinato de Charlotte DiLaurentis Hanna tuvo que quedarse en Rosewood y dejar su glamurosa vida.
Todas las noches se despertaba angustiada en la habitación 302 en la que se alojaba en el hotel que dirigía su madre, Ashley Marin.
-¿Va todo bien, Han?- Dijo Jordan a la vez que sus manos se posaban en las finas caderas de la rubia.
-Sí, estoy bien-Mintió la rubia, dando un cálido beso en los sexis labios de su prometido.
Hanna se había prometido con un adinerado hombre llamado Jordan.Vivían juntos en un lujoso apartamento en las calles de New York.
Al ver que no podía conciliar el sueño, Hanna decidió dar una vuelta por las calles de Rosewood.
Cogió los tacones de Louis Vuitton    que se encontraban al lado de su cama y se las puso con el mayor silencio posible. "Hasta durmiendo estaba sexi" pensó Hanna sin poder evitar que se le escapase una sonrisa por su boca.
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Las calles estaban realmente silenciosas, nunca hubiera pensado que diría eso, pero Rosewood parecía un pueblo normal, sin asesinatos ni psicópatas.
Hanna decidió dar un paseo por cada una de las casas de sus cuatro mejores amigas que no había visto desde hace cinco años. Primero puso rumbo hacia la casa de Emily.
En las amplias ventanas de los Fields se podía contemplar la bandera que indicaba la muerte de Wayne, el padre de Emily.
Hanna no quería ser dramática, pero notaba a la morena un poco rara desde su regreso a casa. La verdad no podía imaginarse lo mal que lo estaría pasando en esos momentos.
La rubia sin pensarlo dos veces optó por no molestar a la morena y se encaminó hacia la casa de los Hastings.
Al parecer habían renovado el granero por el que tanto luchó Spencer con su hermana Melissa años atrás. Para la sorpresa de Hanna pudo reparar que un chico también se hallaba con Spencer en el gran granero. "Quizá sea Toby" se dijo a si misma la rubia, pero eso era imposible, ya que Toby había empezado a salir con una chica bastante atractiva e inteligente llamada Yvonne.
No pudo contener la curiosidad de conocer a aquel chico tan misterioso que se encontraba en el granero. Con mucho cuidado atravesó el perfecto césped cortado de los Hastings y se dirigió hacia el granero.
Hanna pudo apreciar a Spencer dándose el lote con un chico al que ella ya conocía. No se lo podía creer, aquel chico era el mismo que le había hecho pasar los mejores momentos de su vida.
El chico misterioso era Caleb.